Cediendo a las presiones de Estados Unidos, México desplegó a casi 15,000 militares, entre soldados y agentes de la Guardia Nacional, para frenar el flujo de miles y miles de migrantes centroamericanos procedentes, principalmente, de Honduras, El Salvador y Guatemala.
Es conocido que el gobierno mexicano no estila ocupar militares para frenar los flujos migratorios rumbo al país ubicado al norte del Río Bravo, sin embargo comenzó a hacerlo después que el presidente estadounidense Donald Trump amenazó con aumentar los aranceles de los productos que entran al mercado norteamericano.
Uno de los acuerdos para evitar una crisis comercial fue que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador aceptó frenar las caravanas migrantes y seguir la voz de Trump que criminaliza a los migrantes.
Luis Cresencio Sandoval, jefe del Ejército mexicano, aseguró este lunes en declaraciones a la prensa que los militares solo estaban apoyando a funcionarios de migración en operaciones de contención. Dijo, además, que las entidades de migratorias son incapaces por sí mismas de dar abasto a la crisis.
La mayoría de las detenciones están ocurriendo en Ciudad Juárez y El Paso, ubicadas en México y Estados Unidos, respectivamente.
A partir del 7 de junio, Trump emplazó con 45 días al gobierno de López Obrador para frenar los flujos migratorios.