(AFP) – Un día después de un acuerdo ruso-estadounidense en la ONU, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OIAC) se dispone este viernes a ratificar una hoja de ruta para la destrucción del arsenal sirio, que prevé el comienzo de las inspecciones a más tardar el martes.
Esta hoja de ruta, de la cual la AFP obtuvo una copia, autoriza además visitas a instalaciones no registradas por Damasco. Se espera que sea aprobada por los 41 miembros del Consejo Ejecutivo de la OIAC, que se reúnen en La Haya, donde se encuentra la sede de la organización, hacia las 22H00 (20H00 GMT).
El texto deber ser adoptado antes de que se vote en la ONU una resolución sobre la cual norteamericanos y rusos se pusieron de acuerdo la noche del jueves en Nueva York.
Dicho acuerdo constituye un enorme progreso diplomático, después de más de dos años de una guerra civil sangrienta que, según la ONU, ha dejado más de 100.000 muertos.
Hasta entonces, el Consejo de Seguridad nunca había logrado ponerse de acuerdo en un texto, pues Rusia y China vetaron tres iniciativas.
El texto de la OIAC forma parte del acuerdo diplomático concluido en Ginebra entre rusos y estadounidenses el 14 de septiembre, destinado a evitar una acción militar en Siria. Esta amenaza fue lanzada por Estados Unidos en respuesta a un ataque con armas químicas el 21 de agosto cerca de Damasco.
Dicho ataque dejó unos 1.500 muertos, según Washington, que acusa al régimen de Bashar al Asad.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, denunció el viernes, por primera vez, el uso de armas químicas en Siria.
En una resolución propuesta por once países (incluyendo a Estados Unidos, Turquía y Arabia Saudita), el Consejo «condena enérgicamente el uso de armas químicas, prohibido por la legislación internacional», que «constituye un crimen grave y de efectos devastadores sobre la población civil». El Consejo no da ninguna indicación en cuanto a los autores de esos ataques.
La resolución fue adoptada por 40 votos a favor, uno en contra (Venezuela) y seis abstenciones (Ecuador, Etiopía, India, Kazajistán, Kenia y Filipinas. Actualmente, Rusia y China no son miembros del Consejo.
Esta resolución fue aprobada después de semanas de intensas negociaciones entre Rusia y Estados Unidos, que el jueves en la ONU de Nueva York lograron ponerse de acuerdo respecto a un texto sobre la destrucción del arsenal químico del régimen de Bashar al Asad.
Al menos 30 personas murieron y varias decenas más resultaron heridas este viernes en un atentado con coche bomba en Rankus, una localidad de la región de Damasco, según el último balance del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El coche bomba estalló cerca de una mezquita en las afueras de esta localidad sunita opuesta al régimen del presidente sirio Bashar al Asad, afirman el OSDH y varios activistas.
El jefe de la oposición siria, Ahmad Jarba, acusó a los combatientes llegados del extranjero de haber «robado la revolución» en Siria, donde continúan los enfrentamientos entre rebeldes y yihadistas.
Según Jarba, que hizo estas declaraciones en Nueva York, se trata de «organizaciones terroristas» procedentes «de más allá de las fronteras para robar nuestra revolución», aludiendo sobre todo a los yihadistas llegados de países árabes y europeos para combatir al régimen e instaurar un Estado islámico en Siria.
Esperando a la ONU
Según el texto de la hoja de ruta, las inspecciones en Siria deben comenzar «lo antes posible, en todo caso a más tardar el 1 de octubre».
Todas las instalaciones catalogadas en la lista oficial entregada por Siria el 19 de octubre a la OIAC deben haber sido inspeccionadas «a más tardar 30 días después de nuestra decisión».
Los desacuerdos sobre alegaciones de sitios no registrados en la lista podrían ser resueltos mediante «consultas y cooperación», agrega el proyecto de decisión.
Si Siria no respeta ese plan, que prevé la destrucción completa del arsenal químico a mediados de 2014, la OIAC podrá «someter el problema directamente a la atención» de la ONU.
El documento de la OIAC pide además a los Estados miembros «que contribuyan voluntariamente» para financiar la misión, que según Asad podría costar 1.000 millones de dólares.
Por su parte, la resolución de la ONU prevé la posibilidad de que el Consejo de Seguridad pronuncie sanciones si el plan de desarme no es respetado. Sin embargo, no se trata de sanciones automáticas.
En caso de violación de los compromisos, haría falta una segunda resolución, lo que dejaría una posibilidad de bloqueo a Rusia, aliado del régimen de Damasco.