Un grupo de manifestantes del sector pesquero lanzó este martes piedras y un pequeño artefacto explosivo al edificio de la Casa Presidencial de Costa Rica, en momentos en que realizaban una protesta contra el Impuesto al Valor Agregado (IVA) que entrará a regir el 1 de julio.
Así lo informaron el presidente costarricense, Carlos Alvarado, y el ministro de Seguridad Pública, Michael Soto.
«Se acaba de dar una situación en Casa Presidencial, no hay ninguna afectación de personas, se lanzaron piedras y un cabo de dinamita, lo cual pone en riesgo al personal de Casa Presidencial, a los transeúntes y a los propios manifestantes», declaró el presidente Alvarado en un mensaje en redes sociales.
El mandatario aseguró que la policía de la Fuerza Pública custodió el edificio y que no hubo confrontación alguna, mientras que la mayoría de los manifestantes que estaban de forma pacífica en la calle que rodea el edificio decidieron irse del lugar.
Alvarado afirmó que «los canales de diálogo con el sector de la pesca han estado abiertos y se han generado mesas de trabajo», por lo que instó a los pescadores a seguir dialogando.
Por su parte, el ministro de Seguridad, Michael Soto, informó que unas pocas personas manifestantes «perdieron la cabeza» y lanzaron un pequeño explosivo que se utiliza para faenas de pesca, el cual no causó daños materiales ni humanos.
Algunos de esos manifestante intentaron ingresar por la fuerza por los portones de la Casa Presidencial, situación ante la que tuvo que intervenir la policía, según la versión oficial.
El ministro Soto dijo que no hay personas detenidas por estos hechos.
Los pescadores protestaban contra el Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 13 % que entrará a regir el 1 de julio en sustitución del impuesto de ventas (de la misma tasa), pero que gravará productos y servicios que estaban exentos.
El IVA es la piedra angular de la reforma fiscal que aprobó el Congreso en diciembre pasado con el fin de paliar el déficit que en 2018 cerró en el 6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Los pescadores consideran que el IVA afectará la venta de sus productos y solicitaban una reunión con el presidente para exponerle su descontento.
Según dijo el ministro Soto, al parecer los manifestantes se molestaron porque el Gobierno les ofreció dialogar con el ministro de Agricultura, Renato Alvarado.