El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, amenazó este viernes a los diputados opositores de llevarlos a «prisión» si le hacen un «juicio político», al calificarlo de un «golpe de Estado».
«Si hacen un supuesto juicio político que no está en nuestra Carta Magna, la Procuraduría debe meter una demanda ante los tribunales de justicia y llevar a la cárcel a todos los que violen la Constitución, aunque sean diputados», advirtió Maduro, en un acto público frente al palacio presidencial de Miraflores.
Además, diputados del chavismo solicitaron, este jueves, a la justicia venezolana que declare inconstitucional el proceso de juicio de responsabilidad política que la mayoría opositora en el Parlamento puso en marcha contra el presidente Nicolás Maduro.
«Hemos venido a interponer un recurso ante la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) por el intento de golpe de Estado que ha llevado adelante la Asamblea Nacional», dijo a periodistas el jefe de la bancada oficialista, Héctor Rodríguez.
A las puertas del Palacio de Justicia en Caracas, Rodríguez declaró que el Legislativo «no tiene facultad constitucional para juzgar al presidente de la República».
El juicio político al jefe de Estado no está contemplado en la Constitución venezolana, pero sí el «abandono del cargo» por incumplimiento de funciones, figura a la que apeló la oposición para justificar el procedimiento contra Maduro.
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) sostiene que existe una ruptura del hilo constitucional en Venezuela tras la suspensión de los trámites para el referendo revocatorio que impulsa contra el gobernante socialista.
Maduro fue citado por el Parlamento para comparecer en el hemiciclo el próximo martes, pero Rodríguez descartó que el mandatario asista.
«La Asamblea Nacional está en desacato de sentencias del Tribunal Supremo de Justicia, el orden constitucional y la democracia, y ninguno de sus actos tiene validez jurídica», recordó el asambleísta.
El TSJ, acusado por la oposición de ser aliado del chavismo, ha anulado la mayoría de las decisiones del Parlamento desde que la oposición asumió su control en enero pasado.
La Asamblea fue declarada en desacato tras incorporar a tres diputados opositores, cuya elección había sido suspendida por una denuncia de fraude del chavismo.