Los partidarios de la unión de Crimea a Rusia marcaron terreno el viernes en este territorio rusófono del sur de Ucrania, desplegándose en puntos clave como dos aeropuertos y la representación local del presidente ucraniano.
Las autoridades ucranianas afirman que al menos en una de estas operaciones participaron soldados rusos, que tienen una base naval en la ciudad de Sebastopol.
«Unidades armadas de la flota rusa bloquean» el aeropuerto de Belbek, cerca de Sebastopol, anunció el viernes por la mañana el ministro ucraniano del Interior, Arsen Avakov.
«El aeropuerto no funciona (…) Aunque de momento no hay enfrentamientos armados», añadió.
Armados con fusiles Kalashnikov, hombres uniformados patrullaban también este viernes el aeropuerto de Simferopol, en el interior de la península de habla rusa, constató la AFP.
Previamente, el director del Consejo Nacional ucraniano de Seguridad y Defensa, Andri Parubi, había afirmado que las autoridades centrales habían recuperado el control de los dos aeropuertos.
Frente al aeropuerto de Simferopol, un periodista de la AFP pudo ver patrullando a unos diez militares uniformados, sin ningún distintivo, y a unos 30 civiles prorrusos. También había tres policías ucranianos, que ignoraban a los militares.
«Somos voluntarios», «estamos aquí para mantener el orden», dijeron por la mañana a la AFP unos militantes prorrusos vestidos de civil y aparentemente sin armas.
«Estamos aquí para impedir que lleguen en avión del oeste de Ucrania fascistas o radicales», dice refiriéndose a los partidarios de las nuevas autoridades Vladimir, de 46 años, vestido con pantalones militares y que se presenta como un ex oficial.
Uno de sus compañeros, Vadim, jura que no es ningún «extremista», aunque «si vienen los canallas nacionalistas, nos enfrentaremos a ellos. Si hace falta encontraremos armas».
DJ y banderas rusas
En el centro de Simferopol, cientos de militantes prorrusos estaban reunidos frente al Parlamento de Crimea, donde el jueves el comando que tomó el edificio, aparentemente armado, izó la bandera rusa.
En la zona, unos DJ espontáneos difundían cantos patrióticos rusos, y también se podían ver banderas rusas entre la muchedumbre.
La entrada del edificio sigue obstruida por una barricada, y los policías impiden a los curiosos acercarse.
Uno de los oficiales asegura que dentro, los diputados «están trabajando» actualmente, si bien las fuerzas del orden no han penetrado.
Otros cincuenta militantes se han apostado delante de la representación del presidente ucraniano en Crimea, también en el centro de Simferopol, para impedir el acceso a su nuevo jefe, nombrado por las autoridades que destituyeron el sábado a Viktor Yanukovich en Kiev.
«No estamos de acuerdo con su nombramiento», dice una de las manifestantes, Natalia Morozova.
Enfrente podía verse a seis policias, con las manos en los bolsillos.
En la estación de tren de Simferopol, a unos 10 km de allí, un grupo de cinco jóvenes va y viene por los andenes para, como dice uno de ellos, evitar que lleguen «los extremistas» del oeste de Ucrania.
También en Sebastopol, unos cuarenta cosacos prorrusos arrancaron este viernes la bandera ucraniana que ondeaba en el edificio municipal, en presencia de 500 personas que los aplaudieron gritando «bravo», constató un corresponsal de la AFP.