Los responsables de las tres agencias de inteligencia británicas afrontan el jueves un interrogatorio televisado sin precedentes por la inquietud generada por las revelaciones del estadounidense Edward Snowden sobre sus programas de espionaje masivo.
La audiencia parlamentaria de esta tarde reunirá por primera vez en público a Andrew Parker, director del servicio de inteligencia interno MI5, a John Sawers, su par del MI6, el servicio exterior, y a Iain Lobban, responsable de la agencia de escuchas GCHQ (Government Communications Headquarters, central de comunicaciones del gobierno).
La comparecencia abierta ante el comité de inteligencia y seguridad permitirá un escrutinio inusual de los cabecillas del espionaje británico, que suelen responder en privado por confidencialidad.
El responsable del GCHQ será probablemente quien afronte las preguntas más severas porque los documentos filtrados por Snowden sugieren que existe una estrecha colaboración entre este organismo y su par estadounidense, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), para acceder a las comunicaciones de ciudadanos ordinarios.
Andrew Parker, el responsable del MI5, ha acusado a Snowden de darle un «regalo» a los terroristas con sus filtraciones.
Pero Glenn Greenwald, el periodista estadounidense que colaboró con Snowden para publicar parte de sus revelaciones en el diario británico The Guardian, negó haber hecho nada que dañase la seguridad nacional.
Greenwald dijo a la BBC en relación con la audiencia de este jueves: «El sistema falló a la hora de ejercer responsabilidades significativas, porque existía un sistema de espionaje masivo sin que existieran sospechas previas que los estadounidenses y los británicos ignoraban que hubiera sido edificado en su nombre y con su dinero».