Tres hombres que mataron a una mujer a golpes de palos, luego de torturarla atada a un árbol, quedaron en libertad en Argentina al recibir una pena mínima porque la justicia consideró que fue sin querer y no se trató de un caso de feminicidio.
Marisela Pilz Pozo tenía 27 años cuando fue muerta y su cuerpo abandonado el año pasado en medio de la calle en la localidad de González Gatán, en la empobrecida periferia oeste de Buenos Aires, según documentos judiciales.
«Lo que nosotros entendemos que es un feminicidio fue para la justicia un homicidio preterintencional, es decir que la mataron sin querer y obvian la tortura para matarla», explicó a la AFP el abogado Matías Bernal, representante de la familia de la víctima.
En 2016, hubo en Argentina 254 feminicidios, 19 más que el año anterior. Una mujer es asesinada cada 34 horas solo por su género. En el país se desarrolló el masivo movimiento NiUnaMenos, con impacto mundial, por la igualdad de género, contra el patriarcado y los feminicidios.
Este fallo «vergonzoso, que muestra una matriz de machismo en el sistema judicial argentino, dejó en libertad a los tres acusados la semana pasada tras recibir una pena mínima de un año de prisión en suspenso», dijo Bernal.
La liberación de los inculpados se registró al ser modificada la acusación de «homicidio simple» a «homicidio preterintencional», es decir, sin intención de matar.
Bernal dio este viernes un primer paso en la justicia para iniciar un pedido de apelación del fallo y de esta manera el caso pase a la Cámara de Casación. «Creemos que si hay juicio tenemos los elementos para sostener que se trató de un femicidio. Con un hombre no existen estos niveles de tortura y violencia sexual», indicó.
En la oficina del fiscal Carlos Alfredo Luppino que envió la notificación del polémico fallo no contestaron a los llamados de la AFP.
«Como dice la familia de Marisela, viven un doble homicidio, el de su hija y el de una justicia que carece de perspectiva de violencia de género. Deja en la impunidad su homicidio y revictimizando de nuevo a la víctima», apuntó el abogado.
El letrado reveló que la familia de Pilz Pozo fue avisada hace una semana del acuerdo con el fiscal para un juicio abreviado y una condena de un año de cárcel en suspenso a los acusados, que ya estaban en libertad.
El 17 de marzo de 2016, la mujer salió de su casa con un síndrome delirante producto del consumo de drogas. En ese estado rompió vidrios de un local comercial.
«Si vos sos loquita, yo te voy a curar», la amenazó uno de los hombres. Entre el dueño del local y dos cómplices la torturaron y mataron.