El Salvador
miércoles 27 de noviembre de 2024
Mundo

La historia de la salvadoreña que fue estrangulada por su amante en Maryland

por Redacción


Por este hecho, el agresor fue condenado a cadena perpetua por el delito de homicidio.

Dania Méndez de Guerra, de 21 años y de nacionalidad salvadoreña, salió de su trabajo en un restaurante de KFC pero nunca llegó a su vivienda, ubicada en Wheaton, estado de Maryland, Estados Unidos.

La última vez que la mujer fue vista fue la noche del 6 de noviembre de 2017 cuando se despidió de sus compañeros de trabajo.

Al no regresar a su hogar, José Guerra Machado, cónyuge de la víctima, la llamó en varias ocasiones y pegó afiches en la comunidad con la finalidad de obtener información sobre su paradero.  Guerra aseguró que su esposa vivía como una reina: la conoció cuando ella tenía  16 años de edad en El Salvador y luego decidieron mudarse a Estados Unidos.

Ella logró obtener su residencia en el país norteamericano y trabajaba como mesera en el restaurante de comida rápida.

En el mismo lugar de trabajo, la víctima conoció a  Elmer Campos Martínez, de 47 años,  también de origen salvadoreño, con quien mantenía una relación sentimental. Tras la desaparición de Méndez, Campos se mostraba angustiado por lo que decidió buscarla en el vecindario sin éxito.

Tras cinco días de la desaparición, una vecina encontró el cuerpo sin vida de Dania Méndez en un contenedor de basura. “Vi un zapato negro. Vi la silueta de una pierna y luego al mismo tiempo, el viento estaba soplando tan fuerte que se llevó una caja que cubría el cadáver”, dijo Silvia Rodríguez al jurado en Maryland.

El informe forense señala que la víctima fue atacada en la cara en varias ocasiones y luego fue estrangulada, de acuerdo con la publicación de The Washington Post.

La Policía decidió interrogar al esposo de Méndez. El hombre manifestó  que quería a su esposa y que él no podía hacerle daño.

Casi al mismo tiempo, la Policía entrevistó a Elmer Campos Martínez, compañero de trabajo de la víctima, quien, en un principio, negó haber hablado con la mujer en la noche que ocurrió el crimen. No obstante, los registros del teléfono de la víctima indicaron que hubo 263 llamadas, mensajes en Facebook y en redes sociales.

Al verse acorralado, Campos confesó que tuvo una relación sentimental con la víctima. También indicó que la noche de la desaparición, él le propinó tres puñetazos en la cara a la mujer, ella se desplomó,. Y agregó que después le pidió un taxi para que ella se fuera rápidamente.

“Creí que se iba a levantar y se iría a casa”, dijo Campos a la policía.

Las sospechas de la Policía hacía Campos fueron evidentes cuando el bolso y el celular de la víctima fueron encontrados en su casa.

Por este hecho, Campos enfrentó un juicio y fue condenado a cadena perpetua por  asesinato.

Pero no era su primer hecho criminal. En 1991, Campos fue condenado por violar a una mujer en Estados Unidos por lo que recibió una condena de 11 meses de prisión. En 1994, Campos fue deportado a El Salvador pero ingresó nuevamente al país norteamericano de forma ilegal.