El Kremlin consideró hoy «inadmisibles» las declaraciones de los líderes occidentales, que responsabilizaron directamente al Kremlin de la muerte en prisión del líder opositor, Alexéi Navalni.
«No hay declaraciones de los médicos ni información de los forenses y de los servicios penitenciarios. Es decir, no hay información. Y nos encontramos con tales declaraciones», dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en declaraciones a las agencias rusas.
Subrayó que se trata, «evidentemente, de declaraciones absolutamente rabiosas e inadmisibles».
Peskov aseguró que ya informó al presidente, Vladímir Putin, sobre la muerte repentina del opositor y aseguró que los servicios penitenciarios no necesitan recibir ninguna orden en relación con las pesquisas necesarias para esclarecer lo ocurrido.
Antes, el ministerio de Exteriores de Rusia instó a Estados Unidos a no realizar acusaciones sin fundamento sobre los responsables de la muerte de Navalni hasta que se conozcan los resultados de la autopsia.
«La muerte de una persona siempre es una tragedia (…). En vez de acusaciones gratuitas, deben mostrar moderación y esperar los resultados oficiales de la autopsia», señala el comunicado de Exteriores.
La vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, denunció hoy que Rusia es «responsable» de la muerte de Navalni, que a su juicio es otra señal de la «brutalidad» de Putin.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, aseguró que «durante más de una década, el gobierno ruso, Putin, ha perseguido, envenenado y encarcelado a Navalni, y ahora se informa de su muerte».
Si estos informes son exactos, añadió, «su muerte en una prisión rusa y la fijación y el miedo de un hombre sólo subrayan la debilidad y la podredumbre en el corazón del sistema que Putin ha construido».
Similares acusaciones fueron realizadas por la Unión Europea, numerosos dirigentes europeos y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
Navalni, de 47 años, murió hoy de manera repentina en la prisión ártica en la que se encontraba desde diciembre pasado, según informaron los servicios penitenciarios de Rusia.