La Justicia chilena levantó de forma parcial un embargo que pesa sobre la fortuna del fallecido dictador Augusto Pinochet para que paguen los impuestos correspondientes a las 23 propiedades que poseen, todas ellas bajo embargo judicial.
El juez Manuel Valderrama, a cargo del caso Riggs -que investiga el origen del dinero oculto por Pinochet en cuentas en el extranjero-, acogió la petición del abogado de la familia Pinochet, Pablo Rodríguez, para saldar las deudas con el fisco.
«Álcese parcialmente, en su oportunidad, la medida cautelar de retención de dineros, y ordénese al Banco de Chile, liquidar el depósito a plazo indefinido renovable N° 052134-9, por la suma de 2.602.944,03 de dólares», señala la resolución judicial.
El objetivo del alzamiento es «pagar a la Tesorería General de la República las sumas adeudadas por concepto de impuesto territorial, más los correspondientes reajustes, intereses y multas», dice el documento.
El pasado 5 de agosto, y tras nueve años de investigación, Valderrama decidió cerrar el caso Riggs con seis exmilitares inculpados, que arriesgan penas que van de cinco a 10 años de cárcel como autores del delito de malversación de caudales públicos, por ayudar a ocultar los dineros.
Ninguno de los cinco hijos del exdictador ni su esposa, Lucía Hiriart, que inicialmente fueron encausados en este caso por malversación, fueron acusados de delito alguno.
No obstante, el Consejo de Defensa del Estado apeló ante la Corte para pedir la reapertura de la causa y nuevas diligencias. Mientras se resuelve el proceso judicial, todos los bienes se encuentran embargados.
Por este caso, Pinochet fue desaforado en su calidad de expresidente y alcanzó a estar algunas semanas bajo arresto domiciliario, antes de que fuera sobreseído tras su muerte, a los 91 años, por un infarto.