En aparente estado de embriaguez, dos jóvenes de 20 y 22 años abrieron el ataúd donde se encontraban los restos de un familiar que falleció por Covid-19.
El hecho escandalizó a los presentes, pues rompió todos los protocolos sanitarios establecidos a raíz de la pandemia.
Tras el incidente, los jóvenes se retiraron del cementerio municipal, dejando el ataúd abierto. Entretanto, los demás asistentes al lugar observaban estupefactos.
Los jóvenes fueron detenidos y explicaron que “lo único que querían era darle el último adiós a un familiar, ya que no pudieron hacerlo antes por las condiciones vigentes que no permiten realizar velorios”.
Como era de esperarse, las autoridades competentes, entre ellos funcionarios municipales, llegaron al lugar para dar cumplimiento a los protocolos del caso para volver a tapar el ataúd. Según indican las fuentes, los restos estaban a la espera de ser cremados.
La Policía tuvo que dispersar a la gente que se encontraba en el cementerio y que se acercó al lugar a observar la desgarradora escena. El insólito hecho ocurrió en Caleta Oliva, una ciudad de la Patagonia argentina.
En aparente estado de embriaguez, dos jóvenes de 20 y 22 años abrieron el ataúd donde se encontraban los restos de un familiar que falleció por Covid-19.
El hecho escandalizó a los presentes, pues rompió todos los protocolos sanitarios establecidos a raíz de la pandemia.
Tras el incidente, los jóvenes se retiraron del cementerio municipal, dejando el ataúd abierto. Entretanto, los demás asistentes al lugar observaban estupefactos.
Los jóvenes fueron detenidos y explicaron que “lo único que querían era darle el último adiós a un familiar, ya que no pudieron hacerlo antes por las condiciones vigentes que no permiten realizar velorios”.
Como era de esperarse, las autoridades competentes, entre ellos funcionarios municipales, llegaron al lugar para dar cumplimiento a los protocolos del caso para volver a tapar el ataúd. Según indican las fuentes, los restos estaban a la espera de ser cremados.
La Policía tuvo que dispersar a la gente que se encontraba en el cementerio y que se acercó al lugar a observar la desgarradora escena. El insólito hecho ocurrió en Caleta Oliva, una ciudad de la Patagonia argentina.