Israel atacó, según la prensa, una base militar aérea en el noroeste de Siria, apuntando a un cargamento de misiles destinado al movimiento chiita libanés Hezbolá, en momentos en que el emisario internacional sigue buscando consenso para una conferencia de paz.
Un responsable estadounidense confirmó a la AFP un «ataque israelí», pero no suministró detalles sobre el objetivo. «En el pasado, los objetivos eran misiles transferidos al Hezbolá», agregó.
Responsables del gobierno israelí se negaron a confirmar cualquier información sobre ese ataque.
Citando a «fuentes exclusivas» que no nombró, la cadena de capitales saudíes Al Arabiya indicó que «el bombardeo tuvo como objetivo un cargamento de misiles tierra-aire que estaba destinado al Hezbolá en Líbano», en referencia al poderoso movimiento chiita libanés que combate a los rebeldes al lado de las fuerzas sirias.
La cadena estadounidense CNN, que cita de manera anónima a un responsable de la administración estadounidense, también indicó que aviones de combate israelíes realizaron el ataque, contra misiles y equipo asociado que los israelíes pensaron podrían ser transferidos al Hezbolá.
Previamente, una ONG siria, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), informó sobre varias explosiones escuchadas el miércoles al alba en una base de defensa aérea siria en Sonar Jablé, cerca de Latakia, en la costa del país.
Una fuente de seguridad siria había afirmado por su parte que un misil cayó cerca de una base en esta región, sin causar daños.
A principios de mayo, un alto responsable israelí había afirmado que el Estado hebreo había llevado a cabo dos ataques aéreos durante tres días en Siria contra armas destinadas al Hezbolá.
«Cada vez que informaciones lleguen a Israel sobre el traslado de misiles o armamento de Siria o Líbano, serán atacados», aseguró el responsable israelí, aludiendo al Hezbolá, enemigo jurado del Estado hebreo.
Ginebra-2 «en semanas, no en años»
Antes de abandonar Damasco, donde fue recibido por el presidente Bashar Al Asad, el emisario de la ONU y de la Liga Árabe Lakhdar Brahimi dijo que la conferencia de paz, llamada Ginebra 2, debería celebrarse «en las próximas semanas y no el año que viene».
«Volveré el martes a Ginebra, donde me reuniré con la delegación rusa y la estadounidense, y representantes de otros países podrían unirse a nosotros, para preparar la conferencia y ponernos de acuerdo sobre una fecha definitiva que se anunciará en los próximos días», dijo Brahimi.
También insistió en la necesidad de que la oposición participe en esta conferencia.
«Si la oposición no participa, no habrá conferencia de Ginebra», afirmó Brahimi .»La participación de la oposición es esencial, indispensable e importante», añadió. Según el emisario, que realizó una visita de cinco días a Damasco, «el gobierno sirio aceptó participar en (la conferencia de) Ginebra».
La Coalición Nacional Siria de la oposición se reunirá el 9 de noviembre en Turquía. Está dividida sobre una eventual participación en la conferencia de paz y reclama garantías de que el presidente sirio Bashar al Asad abandonará el poder, algo que Damasco rechaza categóricamente
En el campo de batalla, las fuerzas del régimen avanzaron hacia el norte y cerca de Damasco. Según el OSDH, las tropas intentan escindir el barrio sur de Damasco de los suburbios. El ejército, apoyado por el Hezbolá y las milicias pro-régimen avanzaban en la localidad de Sbené, al sur de Damasco, y la zona era bombardeada el viernes por la mañana, generando un éxodo, informaba el OSDH.
Por otra parte, las tropas sirias tomaron la estratégica localidad de Sfira, en el norte del país, afirmaron el OSDH y la agencia oficial Sana.