La Policía iraní comenzará mañana a aplicar un plan para reimponer el uso del velo en las mujeres con la ayuda de cámaras, mientras grupos de estudiantes han anunciado protestas para mostrar su rechazo a la imposición de esa prenda.
“La aplicación del plan del velo y la castidad comenzará mañana”, dijo este viernes el jefe de la Policía iraní, Ahmad Reza Radan, de acuerdo con el diario Hammihan.
El responsable de las fuerzas policiales del país persa aseguró que “las cámaras no cometerán errores” a la hora de identificar a mujeres que no se cubren con un velo, prenda obligatorio en Irán desde 1983.
La Policía iraní anunció hace una semana que iba a usar cámaras y herramientas inteligentes para identificar en lugares a mujeres que no usan el hijab.
Las mujeres identificadas sin velo recibirán un mensaje de texto en el que se les informará de la infracción. Si reinciden se presentarán cargos contra ellas y tendrán que presentarse ante un tribunal.
La ley castiga con multas y hasta dos meses de cárcel a las mujeres que no se cubren con un velo, pero además las autoridades están barajando otras opciones como la privación de servicios bancarios.
Las autoridades han advertido además a tiendas y restaurantes que no atiendan a mujeres descubiertas y de hecho ya han cerrado multitud de negocios por ese motivo.
Los Ministerios de Educación y Salud anunciaron a principios de mes que no permitirán asistir a las universidades ni institutos a las estudiantes que no usen velo.
Organizaciones estudiantiles han anunciado que organizarán mañana protestas para mostrar su rechazo a la imposición de la prenda.
“Debemos responder a las represivas medidas del Gobierno con manifestaciones, protestas, sentadas y pintadas el sábado”, indicaron en un comunicado varias organizaciones de estudiantes.
Muchas mujeres iraníes han dejado de usar el obligatorio velo islámico como forma de protesta y desobediencia civil desde la muerte en septiembre de Mahsa Amini tras ser detenida precisamente por llevar mal puesto el hijab.
La muerte de Amini generó fuertes protestas en todo el país en las que se pedía el fin de la República Islámica y en las que las universidades, institutos e inclusos colegios jugaron un importante papel.
La represión estatal causó la muerte de unas 500 personas en las protestas por la muerte de Amini, la detención de miles y cuatro manifestantes fueron ahorcados, uno de ellos en público.