Después de la detención el lunes de Luigi Mangione, presunto asesino del director ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson, Internet se ha inundado de vendedores que tratan de sacar rédito económico al suceso con promoción comercial de todo tipo favorable al homicida.
Camisetas, sudaderas, tazas, cubrebocas, pegatinas, adornos navideños e incluso balas falsas se venden en plataformas de comercio electrónico como Etsy, TikTok Shop, eBay, Amazon y Redbubble.
Muchos de los artículos portan la cara del presunto asesino, que se viralizó tras las difusión de una imagen captada por las cámaras de seguridad antes de ser apresado, y otras llevan mensajes como ‘Luigi, libre’ o emoticones de besos y corazones, dado su acogida, sobre todo, entre el público femenino debido a su atractivo físico.
Algunos de estos diseños se comercializan a través de impresión bajo demanda, un modelo de negocio que produce artículos solo después de recibir los pedidos, por lo que los vendedores no tienen que fabricar todo su inventario previamente.
Ventas en línea amparadas en vacío legal
Otra de las consignas más serigrafiadas en el ‘merchandising’ de Mangione es la expresión ‘deny, defend and depose’ (negar, defender y rechazar), parte de la cual podía leerse en una bala y un casquillo que aparecieron en la escena del crimen.
La mayoría de las plataformas de comercio electrónico utilizadas prohíben los artículos que hagan apología de la violencia, pero muchos de estos vendedores se amparan en el vacío legal donde se encuentran prendas u objetos que tan solo portan la frase ‘negar, defender, rechazar’.
Esta expresión es popularmente conocida en el sector estadounidense de los seguros y sintetiza su forma de proceder en muchos casos para retrasar o rechazar las reclamaciones de los clientes cuando trasladan a la aseguradora algún tipo de solicitud o factura.
Furor en redes sociales
De hecho, decenas de miles de usuarios de redes sociales como X, Instagram o TikTok interpretaron el asesinato del director ejecutivo Brian Thompson como un ‘correctivo’ a la industria de los seguros de salud en EE.UU.
Gran parte de estos perfiles han compartido también historias personales en las que se les negaba cobertura médica, denunciaban maltrato psicológico por parte de grandes aseguradoras como la propia UnitedHealthcare -subsidiaria de UnitedHealth Group- y dificultades financieras para sufragar sus altas cuotas.
El furor en torno a Mangione (26 años) y a este caso, en el que se incluyen particularidades como la propia inscripción en las balas usadas o portar un arma fabricada en 3D, ha hecho que incluso el sábado se celebrara en Nueva York un concurso de personas con parecido físico al presunto asesino.
«Lo peor es que tuve que afeitarme el bigote», frivolizó el ganador del concurso en declaraciones a EFE tras la celebración de un evento que reflejaba la división social alrededor de un suceso que ha conmocionado a muchos por ocurrir a plena luz del día en el centro de Nueva York y ha espoleado la furia digital de tantos otros.