Las autoridades de República Dominicana incineraron este lunes en el municipio de Pedro Brand, a las afueras de Santo Domingo, las 9,8 toneladas de cocaína encontradas el pasado viernes en un puerto dominicano, la mayor incautación en la historia del país y también en parte de la región del Caribe.
«No habíamos tenido un precedente de una incautación de esta magnitud, felicito a todos los que participaron en la operación porque, sin ese esfuerzo mancomunado y sin esa constancia en esta operación tan noble que conspira contra la salud, la economía y el bienvivir de nuestra nación, no hubiera sido posible llegar a estos términos», dijo la procuradora general de la República, Miriam Germán Brito, durante la quema, a la que también asistieron los ministros dominicanos de Salud Pública, Víctor Atallah, y de Interior y Policía, Faride Raful.
Este decomiso, que supera con mucho el récord anterior de 2,5 toneladas de drogas ocupadas en 2006, se produjo en el principal puerto de República Dominicana, el Puerto Multimodal Caucedo, donde los agentes descubrieron dos contenedores con 320 sacos de cocaína con un valor estimado en 250 millones de dólares.
Aunque los hechos siguen bajo investigación, las primeras hipótesis apuntaron a que el cargamento hallado en Puerto Caucedo (municipio de Boca Chica, provincia de Santo Domingo) procedía de Guatemala e iba a ser embarcado con destino a Bélgica.
Hoy el Gobierno de Guatemala afirmó que el contenedor encontrado en República Dominicana fue revisado mediante escáner antes de partir de allí y no contenía sustancias ilícitas, por lo que fue catalogado como «no sospechoso».
De acuerdo con el Ministerio de Gobernación (Interior) guatemalteco, la embarcación con el contenedor en cuestión partió de Veracruz (México) y posteriormente arribó a Puerto Barrios, en la costa guatemalteca al océano Atlántico, donde la nave «incorporó carga local», tras lo cual enfiló a Puerto Cortés, en Honduras, para terminar en el dominicano Puerto Caucedo.
En el acto de hoy, la procuradora Germán Brito señaló que la cooperación internacional ha sido esencial para esta incautación, que definió como «un golpe inusual contra el narcotráfico», y valoró el trabajo conjunto entre autoridades que, consideró, es «garantía de éxito» para el futuro.
«El pasado 6 de diciembre fue un día de júbilo en este proceso de persecución e incautación de mercancías ilícitas, que significan un gran reto para la salud de las personas y para el mantenimiento del orden social (…) También ayuda al sistema de salud, que con esto ve que se está reduciendo el problema grave de salud que significan estas drogas», valoró.
Durante el acto, que se llevó a cabo en la sede de la Primera Brigada de Infantería del Ejército de la República Dominicana bajo una gran expectación, un forense hizo una prueba ante las autoridades para verificar que se trataba de cocaína.
A continuación, rociaron los paquetes de droga con gasolina y los prendieron fuego para hacer desaparecer el alijo.