(AFP) – El llamado del derrocado presidente Manuel Zelaya a protestar contra lo que llama el «robo» de las elecciones en perjuicio de su esposa Xiomara Castro, generó incertidumbre en Honduras donde está aún fresca la crisis por el golpe de Estado de 2009.
«Si los votos dicen que Xiomara ganó las elecciones y no se reconoce su triunfo lo que se viene es una gran crisis, no hay ninguna duda», afirmó a la AFP Juan Barahona, candidato a vicepresidente en la fórmula de Castro.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) proclamó el miércoles como ganador a Juan Orlando Hernández, candidato del oficialista Partido Nacional (PN, derecha) con 35,88% de los sufragios, cuando se llevan contabilizados el 81,54% de los votos. Ese resultado no es reconocido por Castro, del partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda) que obtuvo 29,14% y denuncia que hubo fraude.
El TSE ya comenzó el conteo del resto de las mesas electorales que funcionaron el domingo.
Zelayistas a las calles
«El sábado vamos a convocar a movilizaciones, le robaron el triunfo a Libre y a Xiomara (Castro) y vamos a demostrarlo», afirmó el miércoles Zelaya en una entrevista a la emisora Radio y TV Globo, en la que estuvo acompañado de su esposa.
Castro aseguró que su partido dará a conocer las pruebas que demuestran su victoria el viernes en una conferencia de prensa. Luego, Libre realizará una asamblea en la que decidirá «las acciones» a seguir, según dijo Barahona a la AFP.
En la espera de la resolución de la asamblea de Libre, unos 500 estudiantes salieron este jueves a protestar contra los resultados electorales divulgados, por tercer día consecutivo, al grito de «Juan Orlando dictador», «Juan servil, fuera de Honduras».
«Si Xiomara ganó vamos a defender el triunfo por la vía legal, en la vía diplomática y también en las calles, pero si no ganó también hay que aceptar y perdimos el Ejecutivo pero hemos ganado poder en el Congreso», subrayó Barahona.
De acuerdo al cómputo del TSE, el PN tendría 48 diputados, 39 Libre, 25 el Partido Liberal (PL, derecha), 13 el Partido Anticorrupción (PAC) y tres cada uno de los tres partidos minoritarios.
Al convocar a las movilizaciones, Zelaya aclaró que Libre «no va a incendiar» el país con las manifestaciones porque serán «pacíficas». Pero «el respeto a la voluntad popular va a ser defendido absolutamente con todo lo que nosotros tengamos», sentenció.
El fantasma de la crisis
El llamado de Zelaya a movilizarse resucitó el fantasma de la crisis que se generó en junio de 2009, cuando una alianza de militares, empresarios y políticos derechistas que no le perdonaron haber virado a la izquierda tras llegar al poder con el Partido Liberal (PL, derecha), lo derrocó y envió al exilio en Costa Rica.
Tras el golpe, los liberales que le fueron fieles, un frente de obreros, maestros y campesinos protestaron por más de 100 días en las calles. Fue con ellos con quien Zelaya fundó el partido Libre, al regresar del exilio en 2011.
Zelaya llamó a movilizarse «para calmar los ánimos porque (…) está frente a la presión de lo que su militancia exige», de salir a las calles, consideró el sociólogo y profesor de la Universidad Nacional, Eugenio Sosa.
Durante las protestas de 2009, en las que murieron al menos tres manifestantes y fueron muchas veces reprimidas con gases lacrimógenos por la Policía, varios comercios fueron destruidos y vehículos incendiados.
«Si hay movilización será para ir al Tribunal a pedir que se revisen algunas actas (…) no hay condiciones para que se provoque una crisis», concluyó Sosa.