Ocho de las hasta ahora once víctimas mortales contabilizadas en el derrumbe de un ala de un edificio de 12 plantas en Surfside, en la ciudad de Miami, han sido ya identificadas, informaron este martes las autoridades.
En las últimas horas fueron identificados Frank Kleiman, de 55 años, Michael David Altman, de 50, y Marcus Joseph Guara, de 52.
Los cuerpos de los dos primeros fueron encontrados el lunes en la montaña de escombros a la que quedaron reducidos los 55 apartamentos del edificio Champlain Towers South, inaugurado en 1981, que se desplomaron en la madrugada del jueves 24 de junio.
La toma de muestras de ADN a los familiares de las 150 personas no localizadas tras el derrumbe está facilitando la tarea de identificación.
Los rescatistas que, con perros y herramientas con alta tecnología rastrean sin descanso la enorme pila de escombros, solo encontraron personas vivas el día del derrumbe.
Sin embargo, sus responsables y otras autoridades insisten en que todavía es posible hallar a personas con vida y llaman a no perder la esperanza.
Entre las víctimas ya identificadas abundan las personas de origen hispano o de países latinoamericanos, como Antonio Lozano, de 83 años, y su esposa Gladys, de 79, un matrimonio nacido en Cuba que llevaban caso 60 años casados y temían ser separado por la muerte, según sus familiares.
El matrimonio venezolano formado por León y Christina Beatriz Oliwkowicz, de 80 y 74 años; Anna Ortiz y Luis Bermúdez, madre e hijo de 46 y 26 años; y Manuel «Manny» LaFont, un padre separado de 54 años y natural de Houston (Texas), también está en la lista de identificados.
La estadounidense Stacie Dawn Fang, de 54 años, fue hallada el mismo día del derrumbe. Su hijo Johan Handler, de 15 años, sobrevivió y se recupera en un hospital de las lesiones sufridas al venirse abajo el apartamento donde vivía.
Ente las personas desaparecidas también hay muchos latinoamericanos, incluyendo argentinos, paraguayos, cubanos, uruguayos, venezolanos y chilenos.
La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, ha prometido llegar «hasta el fondo» en la investigación para determinar las causas de esta tragedia.
Los expertos han apuntado que la investigación será larga y compleja y que probablemente concluirá que no fue una única causa, sino un conjunto de factores que incidieron en el derrumbe.
En 2018 un informe de una firma de ingeniería determinó que había un daño estructural «importante» y grietas en distintas partes del edificio, pero previamente se había detectado que el terreno se estaba hundiendo en esa zona de Surfiside, una pequeña ciudad situada sobre una manga de tierra que se interpone entre el océano y la ciudad de Miami y en la que también está Miami Beach.
Este lunes se supo que un funcionario municipal asistió a una reunión con los vecinos de Champlai Towers South y les dijo que el edificio era seguro a pesar del informe.