Un hombre despechado llegó a una funeraria para pagar sus gastos fúnebres y después se quitó la vida en dicho establecimiento.
El hombre identificado como Apolonio Rocha, de 65 años, se disparó en dos ocasiones cerca del corazón, según el testimonio del empleado de la funeraria.
De acuerdo con el periódico El Sol, el hombre estaba muy triste después de que su esposa lo abandonara para irse con su amante.
«Eso fue lo que le dio para abajo; nosotros le decíamos que se alivianara, que mujeres hay muchas, pero pues ni modo», relató uno de sus familiares.
Sin embargo, la ira lo invadió por lo que decidió asesinar a su expareja y al amante de ella en la ciudad de Coahuila, México.
Al encontrar los cuerpos de la pareja, la policía determinó que el crimen era pasional por lo que decidieron buscar a Rocha, quien era prófugo de la justicia.
Pese a que se había vengado de la pareja, el hombre se mantenía triste por lo que tomó la decisión de quitarse la vida.
Antes de morir, el hombre le pidió al empleado de la funeraria de que sus restos fueran enviados a la ciudad de Ciudad Juárez, Chihuaha. También, el suicida habló con su hijo, que reside en Estados Unidos, le confesó el crimen y le pidió que reclamara su herencia.