Adrián José Guerrero Echeverri, de 38 años y quien padece de trastorno óseo, conocido popularmente como enanismo, confesó este miércoles ante un juez que él ideó el asesinato contra sus ancianos padres.
«Yo fui el culpable de la idea. Hemos sido endemoniados. El demonio lo teníamos adentro», dijo Guerrero Echeverri, acusado de matar a cuchilladas a sus padres, un anciano de 73 años y su esposa de 72, en Manuagua, Nicaragua.
Según el Ministerio Público y la Policía Nacional, el hombre, que se moviliza en silla de ruedas, y su pareja, Nimia Patricia Quintana (26), son los autores del crimen contra Guillermo Adrián Guerrero Espinoza, y Sonia Marlen Echeverry Mendieta.
La pareja de septuagenarios fue acuchillada cerca de la medianoche del pasado 17 de noviembre en su casa de habitación en residencial Altamira, ubicado cerca del nuevo centro de Managua.
Los cuerpos de la pareja de ancianos fueron encontrados en bolsos que dejaron escondidos dentro de dos roperos, según sus vecinos.
El doble crimen fue reportado mediante una llamada telefónica al centro de emergencia 118 por una persona de iniciales J.G.
Como parte de las pruebas en el juicio, la Fiscalía presentará testigos, videos de la escena del hecho, y las compras que hicieron con las tarjetas de créditos y de débitos de las víctimas.
Las autoridades detuvieron a los dos sospechosos en un hotel de Managua, donde habían hecho uso de una de las tarjetas de crédito de las víctimas que tenían un límite de 10.000 dólares.
Según la Policía, para cometer el crimen, los dos sospechosos golpearon a la pareja de ancianos con un tubo metálico en la cabeza, posteriormente los apuñalaron con navajas, luego los asfixiaron con una almohada, y finalmente los cubrieron con plástico negro y los metieron en un ropero.
Tras cometer el crimen, la pareja sospechosa robó las tarjetas de crédito, joyas, cerca de 200 dólares y huyó en un automóvil propiedad de las víctimas que tenían estacionado en el hotel en el que se alojaron.
La Policía decomisó, además del vehículo, joyas y las tarjetas de créditos, diversos artículos de línea blanca que habían comprado con las tarjetas hurtadas.
También decomisó el tubo metálico y una navaja que tenían manchas de sangre de las víctimas, y la ropa con la que andaban vestidos el día de los hechos.
El hijo es acusado por el delito de parricidio y su mujer por asesinato agravado y robo.
El juicio continuará el 20 de enero de 2020 y los sospechosos seguirán en prisión preventiva.