Los hechos ocurrieron el 23 de marzo de 2018, cuando el acusado junto a su mujer salieron en un viaje familiar. Eran las 5 de la tarde cuando el hombre quiso macharse. Su esposa le pidió a unos familiares que le acompañaran porque «sintió temor de su marido». Así lo hicieron.
Mientras conducía, «no cesó de proferir palabras ofensivas e intimidatorias a su pareja», por lo que los acompañantes trataron de interceder para que depusiera su actitud para con su mujer, a lo que el sujeto respondió golpeando y agarrando del cuello a su cuñado, que iba sentado de copiloto.
Ante esta situación y por su conducción agresiva, los ocupantes le pidieron que parase el vehículo. Lo hizo. Pero cuando su mujer salió del coche y caminó unos metros por la acera de la carretera, aceleró y la embistió con el vehículo. Luego la arrastró.
Tal fue su actitud que «con el propósito de causarle el máximo dolor y sufrimiento», pasó varias veces sobre el cuerpo de la víctima, acelerando y dando marcha atrás con gran virulencia.
Luego, al percatarse de que su cuñado había salido también del coche tras ver lo que le había ocurrido a su cuñada, dio marcha atrás a gran velocidad y le golpeó con una puerta del coche que se pudo abrir.
Mientras tanto, la hermana de la víctima -que también estaba ya fuera- fue a auxiliarla pero al escuchar «el ruido de carraca de una navaja que solía llevar siempre consigo» el acusado, huyó con su pareja campo a través hasta llegar a Santa Cruz de Retamar, a las 06.15 horas, donde les ayudaron un vecino y la Guardia Civil.
Dos horas después, un conductor localizó el cuerpo sin vida de la mujer en la cuneta de la autovía, debajo de un guardarraíl. Estaba semidesnudo y con evidentes signos de violencia.
Aunque el acusado había bebido alcohol, dice la Fiscalía que eso «no le afectaba a sus facultades intelectivas y volitivas» y que «decidió acabar con la vida de su mujer, al no respetar que le llevaran la contraria, como parte del control y de la posición de dominación que ejercía desde el inicio de la relación «.
Tras los hechos, el procesado se fugó hasta Sevilla donde unos familiares le refugiaron mientas gestionaban su regreso a Madrid, lo que finalmente se produjo gracias a dos de estos familiares -conocedores de todo lo ocurrido- quienes le escondieron en su domicilio de la capital. Allí le detuvo la Policía el 1 de abril.
Desde entonces, se encuentra en prisión y tiene suspendida la patria potestad de su hija pequeña.
La Audiencia Provincial de Madrid juzga este miércoles a Salustiano AM por el asesinato machista de su mujer Dolores Vargas en la madrugada del 24 de marzo de 2018 en la A-5, a la altura de la localidad de Santa Cruz de Retamar (Toledo), donde la atropelló repetidamente hasta acabar con su vida.
La Fiscalía pide una condena de 39 años y seis meses de prisión por el asesinato de su mujer y el intento de asesinato de su cuñado con los agravantes de parentesco, género y reincidencia.