Los cadáveres de 13 personas fueron hallados este miércoles en una fosa clandestina en una comunidad rural de Apatzingán (estado de Michoacán, oeste), una ciudad considerada hasta enero como el bastión del cártel de Los Caballeros Templarios, informó este miércoles la fiscalía estatal.
«Los cuerpos de las 13 víctimas se localizaron en una fosa clandestina», señaló a la AFP una fuente de la fiscalía de Michoacán, que detalló que los cadáveres corresponden a seis hombres, cinco mujeres y dos menores.
La fosa se ubica en un terreno de la pequeña localidad rural de El Alcalde, perteneciente a Apatzingán, donde residen alrededor de 500 habitantes.
Por el momento, se desconoce la identidad de las personas, pero según las primeras investigaciones iniciadas a raíz de una denuncia ciudadana, podría tratarse de una familia que fue secuestrada en agosto del año pasado por parte de un grupo armado.
Uno de los presuntos responsables del homicidio, que «pretendía refugiarse en los grupos de autodefensa de Apatzingán», ya fue detenido, detalló la fuente.
Apatzingán es el centro comercial de la convulsa subregión de Tierra Caliente, en Michoacán, donde hace un año empezaron a surgir grupos de milicias llamadas autodefensas para defenderse de los asesinatos, secuestros, extorsiones y violaciones de Los Templarios.
El movimiento ciudadano ha logrado tomar una veintena de municipios desde su nacimiento, con la simbólica toma en enero de Apatzingán.
El hallazgo de la fosa de El Alcalde se suma al que se tuvo el domingo, cuando autoridades encontraron seis cadáveres en una tumba clandestina de una zona rural de Jalisco (oeste).
Entre noviembre y diciembre pasados, al menos 63 cuerpos fueron hallados en fosas clandestinas en una zona limítrofe de Jalisco y Michoacán, sin que todavía se conozca la identidad de los fallecidos.
Los Caballeros Templarios mantienen una cruenta pugna con su par de Jalisco Nueva Generación por el control de Michoacán, que ha recibido un fuerte operativo militar desde mayo de 2013.
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