Miles de guatemaltecos se concentraron este sábado en el centro de la capital para exigir la renuncia del presidente, Otto Pérez, y la vicepresidenta, Roxana Baldetti, tras destaparse un escándalo de corrupción en las aduanas que involucra a altos funcionarios de gobierno.
Bajo el lema de «Renuncien ya», y haciendo ruido con sartenes y silbatos, los manifestantes reclamaron a los gobernantes que abandonen sus cargos y se sometan a la justicia luego de que la semana pasada se descubrió una red que cobraba sobornos en el sistema tributario que se estima obtuvo ganancias por «montos millonarios» aún sin precisar.
«Ya no queremos que los ladrones nos sigan gobernando, nos ven como juguetes, es un descaro lo que hacen con el pueblo de Guatemala», dijo a la AFP María Letona, una septuagenaria que llegó a manifestar junto a un grupo de vecinos desde un barrio exclusivo en el este de Ciudad de Guatemala.
La Fiscalía y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), un ente especial de la ONU a cargo de sanear el sistema judicial guatemalteco, acusan al ahora prófugo Juan Carlos Monzón, exsecretario de la vicepresidenta Baldetti, de liderar las operaciones de corrupción.
«Fuera, fuera, fuera….», gritaban los participantes frente al Palacio Nacional, muchos de ellos portando banderas de Guatemala, para reclamar la renuncia de Pérez y Baldetti por considerar que ambos conocían el trabajo ilícito de Monzón, una persona de confianza en el Ejecutivo.
«Claramente nos pudimos dar cuenta que Baldetti encubrió la fuga de Juan Carlos Monzón, cabecilla de esta estructura criminal», señaló a la AFP Alejandro Rodríguez, dirigente estudiantil de la estatal Universidad de San Carlos.
El principal sospechoso se perdió del radar de las autoridades la semana pasada mientras acompañaba a Baldetti en un viaje por Corea del Sur, y se cree que está oculto en Honduras.
«Esto es un llamado a todo aquel político o política que mire que cuando el pueblo de Guatemala está de pie es porque no quiere más corrupción», indicó a la AFP el sacerdote católico Armando González, acompañado por monjas y frailes franciscanos que levantaban banderas blancas.
La manifestación fue convocada por un grupo de ciudadanos a través de Facebook y se espera que las protestas se repitan los próximos días.
«Nos quitaron tanto que nos quitaron el miedo», «No me gusta este gobierno de mafiosos» y «el pueblo unido jamás será vencido», se alcanzaba a leer en las pancartas multicolores durante la concentración, donde también ridiculizaron a Pérez y Baldetti con monigotes.
La marcha fue resguardada por medio millar de policías y varios manifestantes denunciaron inconvenientes para publicar fotografías y videos en las redes sociales y lo atribuyeron a un sabotaje del gobierno, acusación que rechazaron jefes policiales.
Por su lado, el presidente Pérez dijo a periodistas durante una gira de trabajo en el oeste del país que no renunciará, y explicó que la investigación que destapó el caso de corrupción fue iniciativa del gobierno.
«Hago un llamado a la cordura de los guatemaltecos, todos tienen el derecho de poder expresarse pero hay que respetar las instancias» que llevan las investigaciones, apuntó Pérez.
Bajo el lema de «Renuncien ya», y haciendo ruido con sartenes y silbatos, los manifestantes reclamaron a los gobernantes que abandonen sus cargos y se sometan a la justicia luego de que la semana pasada se descubrió una red que cobraba sobornos en el sistema tributario que se estima obtuvo ganancias por «montos millonarios» aún sin precisar.
«Ya no queremos que los ladrones nos sigan gobernando, nos ven como juguetes, es un descaro lo que hacen con el pueblo de Guatemala», dijo a la AFP María Letona, una septuagenaria que llegó a manifestar junto a un grupo de vecinos desde un barrio exclusivo en el este de Ciudad de Guatemala.
La Fiscalía y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), un ente especial de la ONU a cargo de sanear el sistema judicial guatemalteco, acusan al ahora prófugo Juan Carlos Monzón, exsecretario de la vicepresidenta Baldetti, de liderar las operaciones de corrupción.
«Fuera, fuera, fuera….», gritaban los participantes frente al Palacio Nacional, muchos de ellos portando banderas de Guatemala, para reclamar la renuncia de Pérez y Baldetti por considerar que ambos conocían el trabajo ilícito de Monzón, una persona de confianza en el Ejecutivo.
«Claramente nos pudimos dar cuenta que Baldetti encubrió la fuga de Juan Carlos Monzón, cabecilla de esta estructura criminal», señaló a la AFP Alejandro Rodríguez, dirigente estudiantil de la estatal Universidad de San Carlos.
El principal sospechoso se perdió del radar de las autoridades la semana pasada mientras acompañaba a Baldetti en un viaje por Corea del Sur, y se cree que está oculto en Honduras.
«Esto es un llamado a todo aquel político o política que mire que cuando el pueblo de Guatemala está de pie es porque no quiere más corrupción», indicó a la AFP el sacerdote católico Armando González, acompañado por monjas y frailes franciscanos que levantaban banderas blancas.
La manifestación fue convocada por un grupo de ciudadanos a través de Facebook y se espera que las protestas se repitan los próximos días.
«Nos quitaron tanto que nos quitaron el miedo», «No me gusta este gobierno de mafiosos» y «el pueblo unido jamás será vencido», se alcanzaba a leer en las pancartas multicolores durante la concentración, donde también ridiculizaron a Pérez y Baldetti con monigotes.
La marcha fue resguardada por medio millar de policías y varios manifestantes denunciaron inconvenientes para publicar fotografías y videos en las redes sociales y lo atribuyeron a un sabotaje del gobierno, acusación que rechazaron jefes policiales.
Por su lado, el presidente Pérez dijo a periodistas durante una gira de trabajo en el oeste del país que no renunciará, y explicó que la investigación que destapó el caso de corrupción fue iniciativa del gobierno.
«Hago un llamado a la cordura de los guatemaltecos, todos tienen el derecho de poder expresarse pero hay que respetar las instancias» que llevan las investigaciones, apuntó Pérez.