El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, aseguró este jueves que Estados Unidos se encarga totalmente de los costos de traslado y atención de migrantes hondureños y salvadores que son deportados a su territorio, como parte del convenio de «tercer país seguro» firmado en 2019.
El mandatario explicó en declaraciones a periodistas que Guatemala no realiza desembolsos al respecto y que Estados Unidos cubre los gastos de atención a los migrantes en el país, mediante donaciones a entidades internacionales como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) o la Agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Giammattei aseguró además que exigió una disculpa a Estados Unidos después de que el subsecretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), Ken Cuccinelli, afirmara esta semana que Guatemala se hacía cargo de los costos de la deportación de los migrantes hondureños y salvadoreños que eran trasladados a su territorio desde EE.UU.
«¿Saben qué es lo que pasa? Probablemente el señor Cuccinelli no lo sabe. Pero los Estados Unidos, como él mismo ya se enteró, le da fondos a organizaciones, tipo OIM, ACNUR, que son las que se hacen responsables», indicó el presidente guatemalteco.
Giammattei dijo que, tras las palabras de Cuccinelli, fue remitida una «protesta» diplomática a Estados Unidos, y que la nación norteamericana respondió este jueves confirmando que Guatemala no desembolsa dinero para atender a los migrantes salvadoreños y hondureños deportados.
«Nosotros no estamos erogando fondos del presupuesto de la nación para darle tratamiento a los deportados», puntualizó Giammattei, investido el pasado 14 de enero.
«Y no estamos gastando dinero en retornarlos a sus países», reiteró el gobernante.
Hasta la fecha, alrededor de 700 migrantes centroamericanos -hondureños y salvadoreños- han sido deportados desde Estados Unidos a Guatemala, en cumplimiento del denominado Acuerdo de Cooperación de Asilo (ACA) o «tercer país seguro», según datos oficiales.
Los centroamericanos retornados bajo el acuerdo de «tercer país seguro», descienden del avión procedente de EE.UU., se dirigen al Instituto Guatemalteco de Migración para identificar si tienen temores (si es que no lo han hecho ya en EE.UU.) y deciden alguna de las tres opciones que les brindan las autoridades: asilo, protección o retorno asistido a su país de origen.
El término «tercer país seguro», como lo define la Agencia de la ONU para los Refugiados, es un concepto que se usa para «transferir las responsabilidades del examen de una solicitud de asilo de un país de acogida, a otro que es considerado seguro» para recibirlos mientras se tramita el proceso.
El convenio migratorio fue firmado en julio de 2019 por el Gobierno de Jimmy Morales (2016-2020) con Estados Unidos.
Según datos de organismos internacionales, cada año al menos medio millón de guatemaltecos, hondureños y salvadoreños emigran ilegalmente a Estados Unidos.