El Salvador
sábado 23 de noviembre de 2024

Fuerzas Armadas asumen seguridad en un grupo de favelas de Río antes del Mundial

por Redacción


Las Fuerzas Armadas permanecerán en el área hasta el 31 de julio, dos semanas después de la final del Mundal de Fútbol, cuando entregarán la zona pacificada a la policía.
RÍO DE JANEIRO, 5 abril 2014 (AFP) – Con vehículos blindados y camiones, las Fuerzas Armadas brasileñas asumieron este sábado la seguridad de quince favelas en el complejo de Maré, en Rio de Janeiro, cuando faltan poco más de dos meses para el Mundial, constató la AFP.

Un total de 2,700 militares custodiarán este complejo de favelas en el sureste de la ciudad, considerado una de las zonas más peligrosas de Rio de Janeiro y al mismo tiempo un punto estratégico cerca del aeropuerto internacional, que estaba siendo controlado por facciones rivales de narcotraficantes.

Las favelas fueron ocupadas el pasado domingo en una gran operación de la policía, con 1,500 efectivos, y seis días después, este sábado, los militares tomaron el relevo de la seguridad.

Los militares comenzaron la incursión pasadas las 06H00 locales (09H00 GMT) y esta ocurrió sin incidentes, confirmó un portavoz del ministerio de la Defensa a la AFP.

«Los militares, compuestos principalmente de paracaidistas y fusileros navales, ocuparon regiones dominadas por milicias de -las bandas- Comando Vermelho y Tercerido Comando Puro. No hubo ningúna detención ni enfrentamiento», explicó el portavoz.

Las Fuerzas Armadas permanecerán en el área hasta el 31 de julio, dos semanas después de la final del Mundal de Fútbol, cuando entregarán la zona pacificada a la policía.

«Espero que mejore esto aquí», comentó a la AFP una mujer que no quiso identificarse, en las cercanías de una «boca de Fumo», o mercado de drogas, en un callejón que era revisado por los soldados, en Parque Uniao, una de las favelas del complejo.

«Ah, esto es solo hasta la copa. Cuando acabe la Copa, esto -la presencia del Ejército- termina y vuelve a lo mismo de siempre», dijo poco convencida una señora de 73 años, que apenas se identificó como Eulalia.

Los vecinos se resistían a hablar con los periodistas por miedo a represalias del narcotráfico.

Militares por policías 

La presidenta Dilma Rousseff expresó su respaldo a la operación la noche del viernes: «Las Fuerzas Armadas una vez más demuestran su compromiso con la nación (…) y la seguridad de los habitantes de esta región», dijo en Twitter.

«Estamos listos para desempeñar esta misión», aseguró por su parte el ministro de Defensa, Celso Amorim, que viajó a la zona.

La fuerza ocupadora la componen 2.050 efectivos de la Brigada de Infantería paracaidista, 450 de la Marina y 200 de la Policía Militar (PM), en sustitución de los 1.500 policías que habían ocupado la favela el domingo pasado, sin resistencia ni incidentes.

En esta semana de ocupación, la policía reportó 36 enfrentamientos con presuntos delincuentes, con un saldo de 16 muertos y 8 heridos, además de 118 detenidos.

En las operaciones de seguridad en la favela fue decomisado numeroso armamento: 50 pistolas, 50 fusiles, dos ametralladoras, 24 granadas y más de 1.000 municiones.

También fueron decomisados cerca de 25 kilos de cocaína, 1.000 de marihuana y cinco de crack, informó el sábado la Secretaría de Seguridad Pública. La Policía Federal dijo haber decomisado un alijo de armas que iba dirigido a la resistencia de las bandas en la Maré, según O Globo.

Punto estratégico

El complejo de Maré es un territorio de 10 km2 con 130.000 habitantes, situado cerca del aeropuerto internacional de Galeao, y controlado por facciones rivales de narcotraficantes.

Sus quince favelas bordean las principales rutas de acceso que conectan el centro de Rio, por donde transitarán decenas de miles de turistas durante el Mundial que comenzará en Brasil en 68 días, entre el 12 de junio al 13 de julio.

Desde 2008, con miras al Mundial y los Juegos Olímpicos de 2016 en Rio, las autoridades han ocupado decenas de favelas e instalado 38 Unidades de Policía Pacificadora (UPP), que vigilan 174 de estas barriadas pobres, con 9.500 policías.

Pero la violencia retornó en los últimos meses, con una ola de ataques atribuidos al crimen organizado, que se resistía a perder sus últimos reductos, y ocho policías fueron asesinados este año.

El gobierno de Rio pidió ayuda al Ejecutivo de Dilma Rousseff, para garantizar la seguridad en esta ciudad que es una de las principales de las 12 sedes de la Copa del Mundo.