Al menos 56 personas han muerto en Nigeria desde que comenzaran el pasado día 8 las protestas a favor del fin de la violencia policial en el país, 38 de ellas durante la represión militar de este martes en Lagos (sureste), confirmó hoy a Efe Amnistía Internacional (AI).
«La cifra se mantiene en 56», confirmó este jueves Isa Sunasi, responsable de medios de AI Nigeria, quien urgió a las fuerzas de seguridad a «actuar con moderación y precaución» y a respetar «el derecho a la libertad de reunión y circulación» de los nigerianos.
Entre el total de víctimas mortales se incluyen manifestantes -al menos 12 perdieron la vida este martes en el distrito de Alausa y la estación de peaje de Lekki, en Lagos, donde militares abrieron fuego contra los congregados-, miembros de las fuerzas de seguridad y matones supuestamente contratados por las autoridades, detalló AI.
La violenta represión del martes se produjo dos semanas después del inicio de estas protestas bajo el lema «End SARS» («Acabar con SARS»), siglas por las que se conoce al Escuadrón Especial Antirrobo de la Policía nigeriana -ahora ya disuelta- y acusada de arrestos arbitrarios, torturas y asesinatos extrajudiciales.
«La gente quiere sentirse protegida. Los nigerianos quieren desesperadamente el fin de la brutalidad policial», resumió AI a Efe sobre el sentimiento general en las calles.
Según informa hoy el periódico local Premium Times, uno de esos matones habría acabado con la vida del joven diseñador de software Okechukwu Obi-Enadhuze, asesinado de una puñalada en su casa, en el estado de Lagos -según relata su hermano y testigo de los hechos- después de que unos desconocidos se infiltraran y saquearan su vivienda.
«Que se sepa que mi hermano no fue asesinado por una bala de la Policía, sino que murió como un héroe protegiendo a mi madre y a mí», denunció en Twitter esta madrugada su hermano, Daniel Obi-Enadhuze. «¡(Okechukwu) no fue asesinado por una bala de la Policía, sino por matones en su casa!», reiteró.
Ataques que han terminado en saqueos se han repetido también en las últimas horas contra algunas de las sedes en Lagos de medios de comunicación favorables al Gobierno del presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, entre ellos el periódico The Nation o el canal de noticias TVC News.
«Las protestas han sido pacíficas y deben seguir siendo pacíficas en todo momento», instó Sunasi, cuya organización pide al Gobierno «medidas tangibles y viables» que aseguren a los nigerianos que «la Policía ya no los torturará o matará».
Condena internacional
Este jueves se han sumado nuevas voces de condena ante la creciente crisis social que atañe a la nación más populosa de África, con más de 195 millones de personas -la mitad de ellas menor de 18 años- hastiadas de la alta tasa de desempleo, la corrupción y la creciente inseguridad, sobre todo, en el norte del país.
El presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Moussa Faki, condenó hoy «enérgicamente» la violencia contra los manifestantes e instó a los «actores políticos y sociales» a «respetar los derechos humanos y el Estado de derecho».
La indignación se ha extendido también por la rica esfera cultural de Nigeria, con voces tan sonadas como la de la escritora Chimamanda Ngozi Adichie o la del Nobel de Literatura Wole Soyinka, pronunciándose al respecto en sendas columnas de opinión.