78
Un joven que acudió a una velación en México aparentemente se aburrió en el evento fúnebre. Se acercó al ataúd para tomarse una foto con el difunto. Pero fue más allá y, según medios mexicanos, se tomó una selfie con el muerto y usó Snapchat para intercambiar su rostro con el del cadáver.
Y acto seguido le colocó orejas y nariz de perro al fallecido, y compartió las imágenes en su perfil.
Como era de esperarse, en las redes sociales fue criticado y enfureció a la familia del difunto. La crítica y la presión fue tal, que no le quedó más remedio al “ingenioso”, quien no ha sido identificado, que borrar las imágenes tan pronto como pudo. Pero estas ya se habían viralizado.