Unos encima de otros como animales enjaulados para el contrabando. O como cadáveres apilados en una fosa común. Así fueron pillados 34 migrantes indocumentados que intentaban entrar ilegalmente a Estados Unidos a través de la estación Douglas, en Arizona, en la frontera con México.
Los migrantes fueron detenidos viajando en dos vehículos; uno fue devuelto a sus propietarios y el otro fue incautado porque tenía reporte de robo en México.
Uno de los vehículos, una Toyota modelo Tundra, fue detenida porque las placas que portaba parecían fraudulentas y, después de las investigaciones respectivas, las autoridades migratorias estadounidenses confirmaron que se trataba de un vehículo robado.
En ese vehículo fueron encontrados 18 migrantes que viajaban apilados en la parte trasera; todos eran mexicanos.
En la segunda camioneta, una Lincoln Navigator, viajaban los restantes 16 migrantes también apilados y asfixiándose en la parte trasera.