La primera esposa de Harold Lynn Henthorn murió en un trágico accidente de tránsito hace doce años. Esa vez todo el mundo se apiadó del viudo y nadie se atrevió a poner en tela de juicio la versión pero, 17 años después, la historia se ha vuelto a repetir.
Toni Bertolet, su segunda esposa, murió después de caer desde la cima de una montaña que había escalado en una aventura romántica. ¿Casualidad volver a enviudar? Si lo fue entonces, ¿por qué Henthorn tenía escondido en su carro un mapa con una X justo en el lugar exacto de la muerte?
En 2000 Harold se casó con la oftalmóloga después que se conocieron en una página en línea de citas cristianas. Todos a su alrededor los consideraron la pareja perfecta. En realidad parecía una segunda oportunidad para ambos: él tenía un trágico pasado en el amor y ella se había divorciado. Todo ocurrió en Estados Unidos.
Sandra Lynn, esposa fallecida de Harold, había muerto en 1995 en un accidente inusual: él cambiaba un neumático averiado y le pidió a ella que le alcanzara una tuerca que estaba debajo del vehículo. De pronto el gato hidráulico se desmoronó y el carro la aplastó.
Cinco años más tarde Harold y Toni estaban casados y procrearon a una hija. Él trabajaba en actividades benéficas y organizaciones sin fines de lucro mientras ella se enriquecía cada vez más con la incursión en el mundo de los negocios y su clínica oftalmológica.
En 2012 la pareja iba a celebrar su aniversario de bodas en el Parque Nacional de las Montañas Rocosas, en Colorado. Era por demás un viaje extraño porque Toni sufría una dolencia en su rodilla y tampoco sentía mucha afición por el senderismo. Pero después de todo se trataba de un gesto romántico que no podía rechazar. Ese 29 de septiembre caminaron juntos durante varias horas hasta que llegaron a un terreno áspero y empezaron a fotografiarse juntos. Entonces ocurrió: ella cayó desde por lo menos 130 pies de altura.
Harold llamó a emergencias para pedir ayuda. Incluso ofreció pagar los gastos de un helicóptero porque el terreno era demasiado escabroso como para bajar así sin más. Los paramédicos llegaron 45 minutos después y encontraron a la mujer con lesiones en la cabeza y la respiración débil; ya estaba agonizando.
El nuevamente viudo aseguró a la policía que fue un accidente. Pero hubo una serie de chivatazos que llevaron a una conclusión contraria. Los investigadores escarbaron en su vida y se dieron cuenta que la muerte de su primera esposa le había convertido en heredero de un seguro de medio millón de dólares. Pero también encontraron algo más: el exitoso hombre de la caridad nunca había trabajado en su vida. Nunca.
Ya en 2014 Harold era el principal sospechoso de la muerte de Toni. Un año más tarde, además, el fiscal reveló en el juicio que él se había quedado con casi $5 millones del seguro de vida. Y surgieron más detalles como estos: el anillo de diamantes de la víctima desapareció, habían puesto una cámara cerca de su cuerpo que no se dañó con la caída.
A principios de este año Harold fue condenado a cadena perpetua y la justicia estadounidense ha reabierto el caso de su primera esposa porque sospechan que él pateó el gato hidráulico para que la aplastara.