Una pareja de esposos sufrió la peor de las humillaciones de su vida: uno de sus hijos murió y mientras estaban en su funeral los propietarios de una funeraria llegaron a sacar el cadáver porque no habían pagado los gastos.
El joven, que murió a sus 19 años de edad, fue sacado del ataúd por los dueños de la funeraria y lo dejaron tirado en el piso de tierra de la casa de la familia de origen indígena.
De acuerdo con la información divulgada por la prensa, la familia fue a la funeraria a pedir al crédito el ataúd y los servicios funerarios por los que iban a pagar unos 165 dólares de acuerdo con el tipo de cambio actual.
Los empleados de la funeraria dieron al crédito todo pero, unas pocas horas después, llegaron a la casa a cobrar la deuda.
Los padres del fallecido intentaron conseguir todo el dinero para saldar la deuda pero solo alcanzaron a reunir 45 dólares.
Entonces los sujetos sacaron el cuerpo y lo tiraron en el piso de tierra.
Se llevaron el ataúd y los cirios para colocarlos en otro funeral.
Después de la humillante acción los vecinos intervinieron y compraron un nuevo ataúd. El hecho también llegó a oídos de la alcaldía que le otorgó a la familia un nicho en el cementerio para sepultar al finado.
Ocurrió en Tehuacán, Puebla, México.