«Las osamentas fueron exhumadas porque sirvieron para tomar pruebas de ADN para identificarlas, pero solamente cinco fueron identificadas», dijo a la AFP la directora del grupo humanitario Familiares de Detenidos-Desaparecidos de Guatemala (Famdegua), Aura Elena Farfán.
Asimismo, comentó que la exhumación sirvió como parte de las pruebas presentadas durante el juicio contra cinco militares que fueron condenados a más de 6.000 años de prisión, aunque la pena máxima en este país es de 50 años de cárcel.
La condena contra los soldados fue la primera en la historia de Guatemala contra militares; sin embargo, otros 12 exmiembros de la patrulla vinculados con esos sucesos siguen fugados.
Otro militar vinculado con la matanza, Jorge Sosa, fue detenido en Estados Unidos por haber mentido a las autoridades de inmigración de ese país y podría ser repatriado a Guatemala para enfrentar a la justicia.
Las víctimas fueron sepultadas en el Cementerio Municipal de Las Cruces, Petén, unos 600 km al norte de la capital.
Según la página internet del diario Prensa Libre, las osamentas fueron entregadas en medio de escenas de llanto, tristeza y dolor a familiares, quienes cargaron en hombros las ataúdes de madera donde iban sus seres queridos hacia el cementerio local.
Familiares y sobrevivientes de la matanza participaron en un servicio religioso para honrar a las víctimas y posteriormente inhumaron los restos.
La masacre ocurrió entre el 6 y 8 de diciembre de 1982 en el parcelamiento Dos Erres durante el régimen militar del exdictador Efraín Ríos Montt (1982-1983), quien enfrenta un proceso judicial por genocidio.
Los crímenes en la humilde comunidad de las Dos Erres fueron perpetrados cuando el Ejército buscaba recuperar 40 fusiles que una unidad guerrillera robó en octubre de 1982.
Una Comisión de la Verdad, auspiciada por la ONU, documentó 669 masacres durante la guerra civil, de las cuales 626 fueron atribuidas a fuerzas del Estado, la mayoría perpetradas durante la época de Ríos Montt y del gobierno de facto de Oscar Mejía Víctores (1983-1986).
El conflicto que sufrió Guatemala, entre 1960 y 1996, dejó unos 200.000 muertos y desaparecidos, según el informe de la ONU presentado en 1999.