El exvicepresidente de EE.UU. Mike Pence (2017-2021), presentó este lunes la documentación ante la Comisión Federal de Elecciones de EE.UU. para concurrir a las primarias del Partido Republicano de cara a los comicios presidenciales de 2024.
Pence tiene previsto lanzar oficialmente su candidatura con un discurso este miércoles en Iowa, coincidiendo con su 64 cumpleaños, y más tarde ese mismo día tiene previsto participar en un encuentro con ciudadanos organizado por la cadena CNN en Des Moines, la capital de ese estado.
De esta forma, Pence se suma a un nutrido grupo de aspirantes a la nominación republicana para la Presidencia estadounidense, como el expresidente Donald Trump (20217-2021); el gobernador de Florida, Ron DeSantis; la exembajadora de EE.UU. ante la ONU Nikki Haley; el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson y el senador por Carolina del Sur, Tim Scott.
Junto a ellos han presentado su candidatura los empresarios Vivek Ramaswamy, Ryan Binkley y Perry Johnson, además del locutor Larry Elder.
Según la media ponderada de sondeos efectuada por la web FiveThirtyEight, Trump encabeza actualmente las encuestas como favorito para hacerse con la nominación republicana a la Presidencia, seguido de DeSantis, Pence, Haley y Ramaswamy.
Pence cuenta como aval con los cuatro años que sirvió como vicepresidente durante el mandato de Trump. Anteriormente fue congresista entre 2001 y 2013 y gobernador de Indiana (2013-2017).
Tiene el apoyo del súper PAC «Committed to America», que lanzó a mediados de mayo y que copreside junto al excongresista de Texas Jeb Hensarling y el veterano consultor republicano Scott Reed. Un Súper PAC es una organización de recaudación de fondos que pueden obtener donaciones de individuos, corporaciones y sindicatos y gastar cantidades ilimitadas de fondos.
Hombre de profundas convicciones religiosas, Pence puede ser un fuerte reclamo para los votantes evangelistas, a los que se dirige a menudo hablando de su fe y los asuntos que les importan, como las políticas contrarias al aborto y a favor de la libertad religiosa.
En ese sentido, Pence ha dejado claro que respalda que los estados aprueben leyes restrictivas para limitar más el acceso al aborto y cree que la píldora abortiva Mifepristone, la que más se usa en EE.UU. para interrumpir los embarazos, no debería comercializarse.
A nivel federal ha defendido que exista una legislación que prohíba el aborto después de la semana 15 de gestación.
Durante el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, Pence, que ese día actuaba como presidente del Senado en virtud de su cargo como vicepresidente del país, desoyó los llamamientos de Trump para que obstruyera la ratificación del demócrata Joe Biden como presidente de EE.UU. tras ganar las elecciones.