El Ébola sigue sin tener una cura. Provocando la muerte en un 90% de quien lo adquiere, el virus ha ocasionado 3,338 fallecidos en África –según el último balance de la Organización Mundial de la Salud (OMS)-. La expectativa sobre la enfermedad se acrecienta en el continente americano con la reciente aparición de un caso en Dallas, Texas (EE.UU.).
En El Salvador, las instituciones del sistema nacional de Salud anunciaron este miércoles que reforzarán las medidas con las que se controla el ingreso de la enfermedad al país.
Según manifestó el director de Vigilancia Sanitaria del Ministerio de Salud (MINSAL), Rolando Masis, hasta antes de que se conociera de la presencia del virus en América, el nivel de alerta estaba en fase tres. Pero, luego del caso registrado en Dallas, la fase pasa a un nivel dos, con los que se intensificarán los controles en las aduanas, las oficinas sanitarias, además de reforzar en conocimientos sobre la enfermedad al personal de salud.
“En Estados Unidos se está haciendo un cerco epidemiológico intensivo, no significa que vamos a desconfiar de todos los que vengan de Estados Unidos”, agregó.
Sin embargo, que el paciente enfermo de Ébola pudiera ingresar a Texas, sin que los controles de salud detectaran el virus, ha desatado críticas en la seguridad sanitaria estadounidense. El hombre de nacionalidad liberiana, y quien habría tenido contacto con al menos cinco personas cuando ya estaba enfermo, viajó recientemente de Liberia para visitar a miembros de su familia.
De Liberia, uno de los cuatro países golpeados por el brote del virus, regresaron el pasado agosto dos militares salvadoreños que se encontraban realizando una misión oficial. El contagio del Ébola fue descartado. Aunque los oficiales retornaron a El Salvador, cinco militares todavía permanecen en esa nación africana.
El MINSAL, que convocó a médicos que quisieran ser enviados como voluntarios a África, ha sostenido que de presentarse presencia del virus en el país se ubicarían a las personas infectadas en un área especial dentro de un determinado nosocomio.
¿Vacunas listas en 2015?
La OMS confirmó que las dos vacunas que combatirían esta enfermedad letal no estarían listas hasta el primer trimestre de 2015. De momento, el control de los síntomas es el único tratamiento que recibe una persona infectada por la fiebre hemorrágica, a falta de una vacuna.
“El desarrollo de una vacuna normalmente lleva tiempo y es notoriamente caro. Incluso en las mejores condiciones y con el esfuerzo masivo de muchos implicados, un número significativo de dosis no estará disponible hasta finales del primer trimestre de 2015”, relató el organismo de salud.
La epidemia es la más grave desde la identificación del virus en 1976. Arrancó en diciembre de 2013, y desde entonces hubo 1.998 muertos en Liberia (3,696 casos registrados).
En Guinea se cuentan 710 muertos, de 1,157 casos, y 622 muertos sobre 2,304 casos en Sierra Leona. Según la OMS «hay una neta caída de nuevos casos confirmados en Liberia en las últimas dos semanas».
En cambio en Sierra Leona «la situación continúa deteriorándose».
En Nigeria finalmente, hay 8 muertos sobre 20 casos registrados, y en Senegal un caso registrado.
El personal sanitario está particularmente afectado, con 216 muertos de 377 infectados. El virus también está presente, aunque con una cepa distinta de la de esos tres países, en una región remota de la República Democrática del Congo. Desde el 11 de agosto ha causado 42 muertes sobre 70 casos registrados.