La demencia que padece el octogenario exdictador guatemalteco Efraín Ríos Montt lo libró de someterse a un juicio ordinario por genocidio de indígenas y en su lugar enfrentará, ausente y representado por sus abogados, un proceso especial que de encontrarlo culpable no conlleva prisión.
El general retirado, de 89 años, fue diagnosticado la semana pasada con demencia vascular mixta y este martes el tribunal encargado de iniciar un nuevo juicio decidió celebrarlo el 11 de enero de 2016 a puerta cerrada, sin prensa y solo con la presencia de familiares de víctimas.
«Aunque el acusado no puede ir a prisión, si se le declara culpable sería un triunfo más para las víctimas porque se prueba la responsabilidad del acusado y se prueba que sí hubo genocidio» en Guatemala, dijo a la AFP Héctor Reyes, abogado del Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos, querellante en el caso.
Ríos Montt enfrenta cargos por la matanza de 1.771 indígenas mayas ixiles del norte de Guatemala durante su régimen, entre 1982 y 1983, considerado el más sangriento de la guerra civil (1960-1996).
De ser condenado, el exdictador tendría que cumplir medidas de seguridad adecuadas a su deteriorada condición de salud, como reclusión en un hospital o en su residencia, apuntó Reyes, tras ser notificado del juicio especial durante una audiencia en el Tribunal B de Mayor Riesgo, a cargo del caso.
«Él se encontraba en pleno uso de sus facultades mentales cuando estaba como presidente de la junta militar de gobierno, por lo cual no puede quedar impune su responsabilidad en esas graves violaciones a derechos humanos», agregó el jurista.
En el nuevo juicio, el exdictador será representado por sus abogados defensores Jaime Hernández y Luis Rosales, según la resolución del tribunal.
Nuevo intento de juicio
El exdictador debe comparecer ante la justicia luego de que la Corte de Constitucionalidad, la máxima instancia legal del país, anuló por errores procesales una sentencia a 80 años de prisión por genocidio emitida el 10 de mayo de 2013 y ordenó realizar nuevamente el juicio.
El proceso fue programado para iniciarse el pasado 5 de enero pero los abogados del militar recusaron a la jueza Jeannette Valdez por haber opinado sobre el genocidio en una tesis académica en 2004.
La justicia sustituyó a Valdez y fijó el inicio del debate para el 23 de julio, pero otra vez la audiencia fue postergada para que se ordenaran los peritajes psiquiátricos a Ríos Montt a petición de la Fiscalía, que refutó un informe del Instituto Nacional de Ciencias Forenses que lo declaró con incapacidad mental de enfrentar procesos legales.
El exdictador fue sometido del 4 al 11 de agosto a una evaluación psiquiátrica por un grupo de expertos en un hospital privado que confirmó la demencia y otros padecimientos físicos.
La audiencia se realizó en una pequeña sala del Palacio de Justicia, en el centro de la capital, con la presencia de indígenas familiares de las víctimas.
«Que pague lo que hizo»
«Él (Ríos Montt) hizo un genocidio en nuestros pueblos, murió mucha gente, quemaron nuestras casas y nuestros animales, no es posible que se quede así» en la impunidad, dijo a la AFP María Cedillo, de 49 años, vestida con su colorido traje regional y quien viajó desde el municipio de Santa María Nebaj, 250 km al oeste de Ciudad de Guatemala.
Los querellantes en el caso atribuyen el genocidio cometido durante el régimen de Ríos Montt a una política de exterminio contra el pueblo indígena maya-ixil, que los militares consideraban base de apoyo de los movimientos insurgentes durante la guerra civil.
Entre las pruebas que respaldan esa acusación, la Fiscalía y los querellantes han presentado planes y documentos del Ejército, así como una entrevista en video hecha a Ríos Montt cuando ejercía el poder.
«Yo quiero que siga (el juicio), que (Ríos Montt) pague lo que hizo», agregó Cedillo, quien vio morir a sus primos y tíos durante las matanzas atribuidas a los militares.
Al concluir la audiencia, Luis Rosales, abogado del exdictador, dijo a la AFP que impugnará la decisión del tribunal de celebrar el juicio y que reiterará la solicitud del cerrar la persecución penal contra su cliente.
Por aparte, el tribunal también ordenó que José Rodríguez, exjefe de inteligencia militar durante la dictadura de Ríos Montt y quien enfrenta los mismos cargos, continúe el proceso ordinario por genocidio en paralelo al juicio contra Ríos Montt.