El histórico capo narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero, liberado en agosto en un controvertido fallo de un tribunal regional, envió una carta al presidente Enrique Peña Nieto pidiéndole no ceder a presiones de Estados Unidos para volver a detenerlo y extraditarlo, dijo el martes la fiscalía.
«Yo recibí la carta (…) me la mandaron, es cierto», dijo a la prensa el fiscal general, Jesús Murillo Karam, preguntado sobre una nota de la revista Proceso que el domingo reveló la existencia de la misiva.
Caro Quintero fue liberado por un tribunal del estado de Guadalajara (oeste), que justificó la decisión con un tecnicismo jurídico, 12 años antes de que cumpliera su sentencia de 40 años de cárcel por el secuestro, tortura y asesinato en 1985 de Enrique Camarena, un miembro de la agencia estadounidense antidrogas DEA.
El fallo fue duramente criticado por los gobiernos de México y Estados Unidos, que presentó una nueva orden de detención con fines de extradición y ofreció una recompensa de cinco millones por el excapo. La Suprema Corte de Justicia revocó finalmente el fallo del tribunal regional en noviembre, por lo que las autoridades buscan de nuevo a Caro Quintero.
«Lo que tenía que pagar ya lo saldé», alega Caro Quintero en la carta enviada a Peña Nieto con copia a Murillo Karam y el ministro de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
El fugitivo señala que fue el gobierno de Washington el que «logró» la revocación del fallo por la Suprema Corte.
«La justicia que Estados Unidos reclama para su connacional ya fue pagada en México en las condiciones que se me impusieron», dice el fundador del extinto cártel de Guadalajara, que afirma que él y su familia han sido víctimas de «una absurda persecución».
«Mi única petición (…) es que mi expediente sea revisado con justicia, una valoración donde no pesen más los apellidos que la legalidad», pide.
Proceso explicó el domingo que abogados de Caro Quintero le hicieron entrega de la carta.
Por otra parte, Murillo Karam dijo que la policía mexicana buscará la detención con fines de extradición del exgobernador del estado de Tamaulipas (noroeste) Tomás Yarrington, encausado en Estados Unidos por apoyo a narcotraficantes, cuando lo solicite la justicia de ese país.
Murillo Karam sostuvo que las autoridades de Estados Unidos «han tenido (…) y seguirán teniendo» la colaboración de la justicia mexicana en el proceso que se le sigue a Yarrington, que gobernó entre 1999 y 2004 Tamaulipas, fronterizo con Texas (sur de Estados Unidos).
Fiscales de Estados Unidos afirman que el también precandidato presidencial en 1992 por el oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), del que ya fue expulsado, aceptó «enormes sobornos» de narcotraficantes para permitirles operar libremente en la frontera.