Estados Unidos e Israel perdieron automáticamente el viernes su derecho de voto en la UNESCO, dos años después de haber cesado su contribución financiera a la organización, en represalia por la admisión de Palestina como miembro de la misma.
«En la lista de países que perdieron su derecho de voto estarán Estados Unidos e Israel», declaró a la AFP una fuente de la UNESCO que pidió el anonimato.
«Ninguno de ellos presentó la documentación necesaria esta mañana (viernes) para evitar perder su derecho de voto», agregó la fuente, aludiendo al hecho de que ni Estados Unidos ni Israel se comprometieron a reanudar sus contribuciones financieras.
«La lista de países que no tendrán ya derecho de voto será anunciada probablemente mañana (sábado) en sesión plenaria» de la Asamblea General de la UNESCO que se realiza actualmente, precisó.
Estados Unidos e Israel cesaron de pagar su contribución después de la admisión de Palestina como 195º miembro de la UNESCO, el 31 de octubre de 2011.
En una rápida reacción, Israel minimizó la importancia de la pérdida de su derecho de voto.
«No hay sorpresas: se trata de un procedimiento automático, no de un castigo», declaró un alto funcionario israelí que pidió el anonimato.
«Cuando decidimos hace dos años dejar de pagar nuestra contribución a la UNESCO después de la adhesión del ‘Estado de Palestina’ en esta organización, sabíamos a que atenernos. El verdadero problema no es que nosotros hayamos perdido el derecho de voto, sino que los palestinos están haciendo todo lo posible para transformar la UNESCO en una organización anti-israelí», agregó.
Los palestinos reivindicaron e junio de 2012 como una victoria «histórica» la inscripción de la basílica de la Natividad de Belén, en Cisjordania, en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
El ministerio palestino de Relaciones Exteriores recalcó entonces que era la primera vez que Palestina ejercía su derecho de soberanía en tanto nación.
La decisión de Estados Unidos de dejar de pagar su contribución provocó una grave crisis financiera en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, que debió enfrentar un recorte de 22% en su presupuesto, reducido de 653 millones a 507 millones de dólares.
Como consecuencia de esa reducción, unas 300 personas corren el riesgo de perder su empleo en la agencia onusiana. La UNESCO empleaba unas 1.200 personas en 2012 en su sede en París y 900 en sus oficinas en el mundo.
La directora general de la organización, la búlgara Irina Bokova, reelecta en el cargo en octubre pasado, logró recaudar 75 millones de dólares de contribuciones excepcionales para hacer frente a la crisis.
El presidente norteamericano, Barack Obama, reprochó al que era entonces su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, el hecho de que Francia votara en favor de la admisión de Palestina en la organización.
Obama dio cuenta e la época de su «profunda decepción por el voto de Francia en favor de la entrada de los palestinos en la UNESCO, cuando sabía pertinentemente que, en cumplimiento de nuestras leyes, eso nos obligaría a cesar nuestros pagos».
La Casa Blanca recordó su hostilidad a la adhesión de los palestinos antes de que éstos llegaran a un acuerdo con Israel.
Estados Unidos suspendió su contribución al presupuesto de la UNESCO ocho años después de haber reintegrado la organización tras una ausencia de dos decenios.
En efecto, Washington había decidido ya retirarse de la UNESCO en 1984, bajo la presidencia de Ronald Reagan, reprochando a la organización una deriva tercermundista y problemas de gestión.
El país volvió a integrar la UNESCO en octubre de 2003, cuando era presidente George W. Bush. Explicó entonces que lo hacía por haber obtenido satisfacción con las reformas internas realizadas por la organización.