La salvadoreña Flor de María Pineda, de 37 años, acaparó ayer la atención de varios medios internacionales, luego que esta asesinara a su esposo, a sus dos hijos y se suicidara en un hotel de la ciudad de Galveston, Estados Unidos.
Pineda habría estado batallando durante varios años con la depresión y otras enfermedades mentales que la obligaron a internarse en un hospital psiquiátrico, detallaron medios estadounidenses.
La compatriota acudió a una iglesia en Houston, Texas, el pasado domingo. Posteriormente ella y su familia se dirigieron a la ciudad de Galveston para disfrutar de un día en la playa, consigna el periódico hondureño La Prensa.
Al llegar a Galveston la Pineda y su familia se hospedaron en un hotel de la zona, donde horas más tarde la salvadoreña habría disparado contra su esposo y sus dos hijos.
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La investigación preliminar de la Policía detalla que en la escena del crimen no se encontraron señales de forcejeo, lo que apunta que la mujer disparó con el arma cuando las víctimas se encontraban dormidas.
Los cuerpos de las víctimas se encontraban sobre las camas del cuarto, mientras que el cuerpo de la salvadoreña fue encontrado en el piso y junto a ella se encontró un arma calibre nueve milímetros.
El esposo de la mujer y el hijo menor de la pareja murieron en el lugar, mientras que Pineda y el hijo mayor murieron horas más tardes en el hospital.
Un amigo cercano de la familia detalló que la salvadoreña le confesó que decidió internase en el hospital psiquiátrico “porque no quería hacerle daño a nadie ni a ella misma”.
Amigos de la familia consideran que las enfermedades mentales que padecía la salvadoreña la orillaron a cometer el crimen.