Los premios Nobel de Literatura, Medicina, Química y Economía fueron entregados este martes en Estocolmo, ceremonia en la que se recordó a Nelson Mandela y que cuatro hombres desnudos intentaron interrumpir en solidaridad con el disidente chino Liu Xiaobo.
La ceremonia, celebrada en la Sala de Conciertos de Estocolmo, en el aniversario de la muerte de Alfred Nobel, en 1896, no contó con la presencia de la princesa heredera, Victoria de Suecia, quien precisamente se encontraba en Sudáfrica en el funeral de Mandela.
Éste fue galardonado con el Nobel de la Paz en 1993, que compartió con el entonces presidente sudafricano Frederik Willem de Klerk.
Poco antes de comenzar el evento, cuatro hombres desnudos intentaron saltar los cordones de seguridad para manifestarse a favor del disidente chino Liu Xiaobo, encarcelado en su país, quien también fuera laureado con el Nobel de la Paz y cumple desde 2009 una condena de 11 años de prisión.
«Cuatro personas no pudieron ingresar al área restringida alrededor de la sala de conciertos», señaló la policía, confirmando informaciones brindadas por la televisión, sin dar mayores detalles.
Los galardonados de 2013 recibieron sus lauros de manos del rey Carlos Gustavo de Suecia, tras el discurso del presidente de la Fundación Nobel, Carl-Henrik Heldin, quien destacó la importancia de las ciencias y de la investigación en tiempos de crisis.
«Como consecuencia de los problemas económicos que el mundo sufre actualmente, muchos países han reducido su apoyo a la investigación (…) Esto es algo lamentable. Hoy en día, es más importante que nunca continuar y aumentar el apoyo a la investigación, en particular a la investigación básica», destacó Heldin, quien también recordó a Mandela.
La ganadora del Nobel de Literatura, 13ª mujer que lo logra, la canadiense Alice Munro, de 82 años de edad, no pudo estar presente en la ceremonia y fue representada por su hija Jenny, quien recibió la gran distinción en su nombre.
Tres académicos estadounidenses, Robert Shiller, Eugene Fama y Lars Peter Hansen recibieron el de Economía, por su investigación de los mercados financieros, concretamente sobre los precios de activos financieros, algo que ayuda explicar buena parte de la crisis actual.
Hansen llamó la atención sobre la necesidad «de enseñar economía a los niños y jóvenes» desde edad temprana.
El de Medicina fue entregado a otro trío de científicos estadounidenses, uno de ellos de origen alemán.
James Rothman, Randy Schekman y Thomas Suedhof compartieron el premio por su trabajo pionero sobre el sistema de transporte de las células en el cuerpo, lo que echará luz en investigaciones sobre la diabetes, trastornos inmunológicos y otras enfermedades.
El británico Peter Higgs y el belga Francois Englert fueron laureados con el de Física, por el descubrimiento, en 2012, de la partícula llamada ‘bosón’ de Higgs, que explica el origen de la masa de las partículas elementales.
En cuanto al de Química, recayó sobre Martin Karplus, Michael Levitt, y Arieh Warshel, de origen austriaco, británico e israelí, respectivamente, aunque el trío de investigadores se considera también estadounidense.
Su trabajo premiado trata sobre modelos multiescala para sistemas químicos complejos, con el cual gracias a ordenadores se predicen reacciones químicas.
El Premio Nobel consiste en una medalla de oro, un diploma, y una dotación económica de ocho millones de coronas (unos 890.000 euros, o sea, unos, 1.220.000 dólares.
Por la noche, los premiados fueron agasajados con un banuete presidido por el rey, con la presencia de unos 1.300 invitados.
Esta misma jornada, en Oslo, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) recibió el Premio Nobel de la Paz, en pleno proceso de desmantelamiento del arsenal químico sirio, que aspira a empezar a destruir antes de fines de enero.