El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, enseñó este miércoles los amuletos y estampitas que funcionan como «escudo protector» ante la incertidumbre derivada de la crisis por la pandemia del coronavirus.
«El escudo protector es la honestidad. Eso es lo que protege, el no permitir la corrupción», dijo en su conferencia matutina mientras mostraba dos escapularios con la oración «Detente enemigo, el corazón de Jesús está conmigo».
«Esto me lo da la gente», aseguró sonriendo el presidente, que atribuyó a esas pequeñas postales la función de ejercer como sus «guardaespaldas» personales y desviar la atención del cariz serio de las últimas preguntas de su comparecencia.
«Esto es muy común en la gente. Tengo otras cosas, porque no solo es catolicismo, también religión evangélica y libres pensadores. Me entregan de todo. Y todo lo guardo porque no está demás», contó el máximo mandatario mientras rebuscaba en su cartera en busca de otras tarjetillas similares.
Todavía con el monedero en la mano, López Obrador aclaró que, pese al rezo de las estampitas, para él «no hay ni siquiera enemigos, son adversarios» y que no tiene ninguna intención de tenerlos.
El líder del Ejecutivo mexicano estiró la escena más de cuatro minutos, porque no era capaz de encontrar en su cartera un trébol que quería enseñar delante de todo el mundo para «dar mucho gusto al señor» que se lo dio.
El emisario de ese trébol, reveló López Obrador, fue el propietario de un restaurante de Tampico, ciudad del oriental estado de Tamaulipas.
«(Me lo dio) el señor del restaurante ‘El Porvenir’, que es muy importante porque está enfrente del panteón», bromeó el presidente.
El máximo mandatario de México despidió así, con la cartera en la mano, su conferencia de este miércoles, no sin antes acordarse de una última estampita algo especial: un billete de dos dólares que sacó perfectamente doblado de su monedero.
«Miren este. Este me lo dio un migrante», explicó un sonriente López Obrador, consciente de que las cámaras estaban atentas a su escena con las estampitas, por lo que enseñó con esmero cada una de ellas a los periodistas que ya llevaban dos horas escuchando sus reflexiones.
Esta nueva ocurrencia del mandatario, que desde que comenzó la pandemia de COVID-19 ha intentado minimizar la crisis, se ha convertido en tendencia en Twitter con al etiqueta «Detente».
El Gobierno de México tiene confirmados 93 casos de COVID-19 y espera que a partir del 20 de marzo se entre en una nueva fase con contagios comunitarios y más casos.