CIUDAD DEL VATICANO, 5 enero 2014. El papa Francisco anunció este domingo que viajará por primera vez a Tierra Santa del 24 al 26 de mayo, en un periplo que tendrá tres etapas: Ammán, Belén y Jerusalén.
«En el clima de alegría de este periodo de Navidad, deseo anunciar que realizaré un peregrinaje a Tierra Santa del 24 al 26 de mayo próximos», dijo el papa argentino tras la oración del Ángelus en la plaza de San Pedro del Vaticano.
«Celebraremos un encuentro ecuménico con todos los representantes de las iglesias cristianas de Jerusalén, así como con el patriarca Bartolomeo de Constantinopla» en la iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén -donde se encuentra la tumba de Cristo, según la tradición cristiana-, precisó el jefe de la Iglesia católica ante numerosos fieles.
Jorge Bergoglio no dio más detalles sobre este viaje, que anunció en el 50 aniversario de la visita de Pablo VI a la región, la primera de un papa a Tierra Santa.
Francisco explicó que la fecha del anuncio era importante porque «conmemora el encuentro histórico entre el papa Pablo VI y el patriarca Atenágoras I de Constantinopla», el 5 de enero de 1964 en Jerusalén, una reunión que rescindió la excomunión de 1054 que había provocado la escisión entre las iglesias de Oriente y de Occidente.
Tanto el presidente israelí, Shimon Peres, como el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, habían invitado al papa Francisco en sendas audiencias en el Vaticano a que visitara Tierra Santa.
El presidente palestino saludó el anuncio de Francisco y subrayó «la importancia de esta visita, que esperamos que aporte beneficios y paz a nuestro pueblo palestino, que sufre la ocupación» israelí, dijo en un comunicado publicado por la agencia oficial palestina Wafa.
«Esta visita puede contribuir a aliviar el sufrimiento del pueblo palestino que aspira a la libertad, la justicia y la independencia», añadió.
Por su parte, la Asamblea de Ordinarios de Tierra Santa, que representa a los obispos de las diferentes comunidades católicas romanas y orientales, «expresó su alegría» ante la noticia.
Los obispos subrayaron en un comunicado que «esta visita tiene como objetivo principal prodigar y promover el amor, la cooperación y la paz entre todos los habitantes de la región»
El Vaticano ha mostrado varias veces «esperanza» en una «solución justa y duradera» para el conflicto israelo-palestino.
La visita anunciada este domingo por el pontífice había sido adelantada por el diario israelí Yediot Aharonot, que dijo que Francisco celebraría una misa en Belén, lugar de nacimiento de Jesús.
El periódico señaló que las autoridades israelíes no estaban contentas con la brevedad de la vista y con el hecho de que no celebrara la misa en Israel, sino en Cisjordania, en los Territorios Palestinos.
Francisco no hizo mención a una misa en Belén al anunciar su viaje este domingo.
El papa Juan Pablo II realizó un peregrinaje de seis días a Tierra Santa el año 2000, y Benedicto XVI pasó allí cinco días en 2009.
Fuentes de la Iglesia católica en Tierra Santa también habían dado informaciones, no confirmadas, de una visita del papa a un campamento de refugiados sirios en Jordania.
Israel y el Vaticano establecieron plenas relaciones diplomáticas en 1993, pero llevan años enredados en unas espinosas negociaciones diplomáticas sobre derechos de propiedad y exenciones impositivas para la Iglesia católica que aún no han sido solucionadas del todo.
En febrero de 2013 la Santa Sede empleó por primera vez el término «Estado de Palestina», después de que la ONU lo reconociera como Estado observador.
La noticia del viaje del papa a Tierra Santa coincide con la gira que el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, realiza por Oriente Medio para impulsar las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos, reanudadas en julio tras tres años en punto muerto, y apoyar la adopción de un acuerdo marco.
Los palestinos quieren que el eventual acuerdo de paz establezca unas fronteras basadas en las existentes en 1967, antes de la guerra de los Seis Días, cuando Israel tomo Cisjordania, y que incluyan el ahora anexado Jerusalén Este.