El papa Francisco cargó hoy contra la que consideró «una práctica inhumana y cada vez más extendida» de los vientres de alquiler, donde «se explota a las mujeres, casi siempre pobres, y se trata a los niños como mercancías».
Así se expresó Francisco al recibir hoy a una delegación de la Federación de las Asociaciones de Familias Católicas en Europa, a quienes agradeció por la acogida a los refugiados ucranianos, por el compromiso con la paz y el trabajo que realizan.
“La dignidad de hombres y mujeres también se ve amenazada por la práctica inhumana y cada vez más extendida de los vientres de alquiler, en la que se explota a las mujeres, casi siempre pobres, y se trata a los niños como mercancía”, explicó Francisco.
Por otra parte, el pontífice también habló como otra «amenaza», la «plaga» de la pornografía «difundida ahora por todas partes a través de la red» y que para el papa «debe ser denunciada como un ataque permanente a la dignidad del hombre y de la mujer».
«No se trata sólo de proteger a los niños, tarea urgente de las autoridades y de todos nosotros, sino también de declarar la pornografía como una amenaza para la salud pública. Sería una grave ilusión pensar que una sociedad en la que el consumo anormal de sexo en la red prolifera entre los adultos es capaz de proteger eficazmente a los menores», añadió.
Y añadió que «las familias, en cooperación con las escuelas y las comunidades locales, son esenciales «para prevenir y combatir este flagelo, curando las heridas de quienes están en el vórtice de la adicción».
Francisco también habló del problema de la natalidad en Europa y aseguró que «“una Europa que envejece y genera vida es una Europa que no puede permitirse hablar de sostenibilidad y que lucha cada vez más por ser solidaria”.
Y aseveró que “las políticas familiares no deben ser consideradas como instrumentos del poder estatal, sino que se fundan ante todo en el interés de las familias mismas”.
Afirmó además que «tener hijos nunca debe considerarse una falta de responsabilidad hacia la creación o sus recursos naturales» pues el concepto de «huella ecológica, no se puede aplicar a los niños, ya que son un recurso indispensable para el futuro».
«A lo que más bien se debe oponer es al consumismo y también al individualismo y ver a las familias como el mejor ejemplo de optimización de recursos», añadió.