Cuando Juan Rodríguez abrió la puerta de su automóvil, encontró a sus hijos gemelos, de un año de edad, con espuma en la boca y sin signos vitales. Habían pasado ocho horas encerrados en el vehículo.
Juan salió con sus hijos a tempranas horas del pasado viernes. Tenía que llevarlos a la guardería. Pero se fue de paso. Llegó a su trabajo y estacionó el vehículo en el barrio Bronx, Nueva York.
Sin embargo, olvidó que los gemelos, Mariza y Phoenix, estaban en el automóvil. Cuando regresó, ocho horas después, ya estaban muertos.
El hombre fue acusado en Nueva York de homicidio imprudente. El suceso tuvo lugar en el distrito neoyorquino del Bronx, cerca del hospital Forham Manor, donde trabaja Rodríguez, quien se dio cuenta de lo sucedido cuando comenzó a conducir de vuelta a su residencia y se percató de que los niños estaban en el asiento trasero.
Los testigos presenciales afirmaron a los medios que el padre gritaba histérico mientras los viandantes llamaban a la Policía, y aunque los servicios de emergencia intentaron reanimar a los gemelos, declararon su muerte poco después en el lugar de los hechos.
«Me quedé en blanco, mis bebés están muertos, los maté», habría declarado el padre a los investigadores que llegaron a la escena.
Rodríguez, residente del condado de Rockland, en el estado de Nueva York, y padre de otros tres niños, se declaró este sábado inocente en su primera comparecencia judicial y apuntó que dejó a sus dos hijos en el coche por olvido, mientras que el juez del caso impuso una fianza de 100.000 dólares para ser puesto en libertad.
Según varios medios locales, los vecinos de Rodríguez le han descrito como «un buen padre» y «un hombre increíble», mientras que las autoridades han pedido mayor colaboración para tratar de evitar este tipo de muertes.
«Dos bebés inocentes han perdido sus vidas, muriendo de calor en un coche estacionado en una zona de importante tránsito tanto de vehículos como de personas. Esto pasa demasiado a menudo, incluso con padres entregados que no pueden explicar qué ha pasado», dijo en un comunicado el legislador del Bronx Fernando Cabrera.
Por su parte, un portavoz de la Policía de Nueva York describió la situación al medio ABC 7 de «horrorosa» y apuntó que aún se están investigando los detalles del suceso.
La madre de los gemelos de un año describió la tragedia como «mi peor pesadilla», sin embargo, defendió a su esposo y se refirió a él como amoroso y dedicado a su familia.
Marissa Rodríguez, la madre de los niños, declaró el domingo que estaba completamente devastada. «Aunque me duele más de lo que jamás hubiera podido imaginar, todavía amo a mi esposo», escribió Marissa en un comunicado de prensa. «Es una buena persona y un gran padre y sé que nunca haría nada para herir intencionalmente a nuestros hijos».
«Nunca superaré esta pérdida y sé que él nunca se perdonará por este error. Fue un accidente horrible y lo necesito a mi lado para superarlo», añadió.