El Ministerio cubano del Interior (Minint) negó la existencia de desaparecidos tras las masivas protestas antigubernamentales del 11 de julio, sobre las que el Gobierno no ha dado cifras de detenidos, reportaron este miércoles medios estatales.
«Al igual que las desapariciones forzadas, la tortura no es una práctica en Cuba», aseguró el coronel Víctor Álvarez, segundo jefe del Órgano Especializado de la Dirección General de Investigación Criminal del Minint al comparecer en la televisión estatal.
El funcionario desestimó también las listas elaboradas por activistas independientes que circulan en redes sociales con los nombres de personas desaparecidas.
«Estas listas pierden credibilidad por la falta de datos y porque se ha comprobado que muchos de los registrados allí nunca han sido detenidos ni entrevistados siquiera por las autoridades», sostuvo el coronel en una versión del programa publicada hoy en el diario oficial Granma.
Por su parte, el fiscal José Luis Reyes afirmó que todas las personas detenidas después del 11 de julio están en capacidad de nombrar un abogado.
Hace una semana el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, afirmó que los detenidos tendrán «garantías procesales» y «recibirán la aplicación de las leyes en su justa medida, sin abusos».
A falta de datos oficiales, los activistas han documentado más de 500 detenidos desde las protestas del 11 de julio en Cuba, entre ellos varios menores de edad, mientras organizaciones religiosas asisten a familiares de los arrestados y salen a la luz duros testimonios de personas liberadas los pasados días.
El 15 de julio el Comité de las Naciones Unidas contra las Desapariciones Forzadas solicitó a Cuba que tomara medidas urgentes para investigar 187 casos de presuntas desapariciones forzadas de manifestantes cubanos e identificar a los responsables.
Esas manifestaciones se produjeron con el país sumido en una grave crisis económica y sanitaria, con la pandemia fuera de control y una fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos, además de largos cortes de electricidad, lo que empujó a los cubanos a salir a las calles para criticar a su Gobierno.
Las autoridades, por su parte, insisten en culpar a EE.UU. tanto de las protestas como de la extrema escasez que sufre el país.