El grupo terrorista Estado Islámico (EI) reivindicó este lunes un ataque perpetrado hoy contra un autobús en la provincia de Al Raqa, en el norte de Siria, que dejó al menos 13 muertos, informó en Telegram la agencia Amaq, afín a los yihadistas.
Los combatientes del EI lanzaron una emboscada contra un autobús en el que viajaban «soldados del Ejército sirio» en la provincia de Al Raqa, contra los que dispararon con armas «pesadas, ligeras y medianas», causando la muerte de «13 soldados e hiriendo a otros», sin especificar la cifra, precisó Amaq.
Asimismo, apuntó que los terroristas prendieron fuego al autobús antes de abandonar el lugar del ataque.
La agencia oficial de noticias siria SANA informó previamente de que la acción tuvo lugar sobre las 6.30, hora local (3.30 GMT), en una carretera a las afueras de la ciudad de Al Raqa, capital de la provincia homónima, y causó la muerte de once soldados y dos civiles que iban a bordo de un autocar no militar.
De acuerdo con el medio oficial, también tres miembros del Ejército sirio resultaron heridos.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, elevó a 15 el número de bajas mortales entre las filas de las fuerzas leales al presidente sirio, Bachar al Asad.
Al Raqa fue considerada como la capital del «califato» que la formación terrorista mantuvo en Siria hasta su derrota territorial en marzo de 2019.
Más de tres años después de perder su último reducto en el país árabe, el EI todavía mantiene una serie de células en activo en su vasto desierto central, donde se aprovechan de la compleja orografía para lanzar emboscadas contra las fuerzas gubernamentales y posteriormente resguardarse en sus escondites.
Los ataques contra autobuses militares o vehículos con un gran número de efectivos gubernamentales a bordo son uno de los objetivos más comunes de estas operaciones, la última de envergadura ocurrida a principios de mes contra un autocar en la provincia oriental de Deir al Zur.
En esa emboscada, atribuida al EI, tres civiles murieron y otros 21 resultaron heridos, varios de ellos de gravedad.
A principios de este año, el Estado Islámico llevó a cabo su mayor acción en Siria desde 2019 con un motín en una cárcel de prisioneros del grupo que se saldó con más de 500 muertos.