«Una palabra: doge». Así es como el polémico empresario Elon Musk despertó hace casi dos meses el hambre de los pequeños inversores por una criptomoneda con cara de perro que nació como una broma y que ahora Reddit y las redes sociales intentan propulsar «a la luna» ante la mirada escéptica de los analistas.
El dogecoin, conocido popularmente como doge, es una criptomoneda que toma su nombre de la imagen de un perro de la raza japonesa Shiba Inu, o más bien de un meme de este perro que se popularizó hace años en las entrañas «foreras» de internet hasta el punto de generar una jerga canina propia, que se ha vuelto a poner de moda.
Tras su creación en 2013, el doge había permanecido en los márgenes de las listas de divisas virtuales -encabezadas por el bitcóin- visto como una simple anécdota, pero su valor ínfimo se ha incrementado vertiginosamente desde que captó la atención del ya famoso foro inversor de Wall Street Bets, en Reddit, y se convirtió en su tema de conversación.
Y es que mientras impulsaban las acciones de la tienda de videojuegos GameStop a finales de enero, los «foreros» inversores también dieron combustible a otro fenómeno en torno al doge, que en dos días se disparó cerca del 1.100 %, hasta un precio nunca visto de 8,7 centavos de dólar, según la plataforma Binance.
Este domingo, coincidiendo con la Super Bowl en EE.UU., llegó a alcanzar los 9,1 centavos, otro máximo histórico, arrastrado por hordas de usuarios de las redes sociales que están convencidos de que puede llegar a la estratosférica cifra de un dólar, o incluso diez para los más idealistas.
MUSK, EL SEÑOR DE LOS MEMES
A esa gran subida ha contribuido que uno de los hombres más ricos del mundo, Elon Musk, fundador de innovadoras empresas que buscan hacer realidad lo que antes era ciencia ficción como Tesla o SpaceX, mostrara públicamente su apoyo a esta criptomoneda utilizando el lenguaje universal de los memes.
El 20 de diciembre, Musk tuiteó el críptico mensaje «una palabra: doge», despertando la curiosidad de muchos, y desde finales de enero ha desatado su creatividad publicando entre otras cosas una falsa portada de la revista «Dogue» (un juego de palabras que suena a «perro»), y parodiando una escena de «El Rey León» en la que él sujeta un can Shiba Inu.
Además, Musk, un ferviente defensor del bitcóin, en los últimos días ha hecho un amago de abandonar Twitter que realmente ha acabado atrayendo más miradas sobre lo que publicaba: más memes, frases alentadoras y una encuesta que reveló el gran seguimiento del doge.
En la encuesta, titulada «la futura divisa de la Tierra» y a la que respondieron 2,4 millones de seguidores de entre su legión de 46 millones, ganó por goleada la opción «Dogecoin hasta la luuunaaaa» frente a «todas las otras criptomonedas combinadas», ante lo que concluyó: «El pueblo ha hablado».
«Dogecoin fue inventado como una broma para reírse de las criptomonedas (…). El resultado más irónico es que la criptomoneda inventada como una broma se convierta precisamente en una divisa. ¡A la luna!», dijo hace una semana en declaraciones por la calle al portal TMZ.
Musk no es la única celebridad interesada en la revolución de esta criptomoneda: el guitarrista Gene Simmons (de la banda Kiss) se ha autoproclamado el «dios» del doge y el rapero Snoop Dogg ha bromeado que podría llamarse «Snoop doge», mientras que Carole Baskin, la protagonista del documental «Tiger King», dedicó un TikTok al «ejército doge».
La súbita atracción de los pequeños inversores por el doge, similar a la que suscitaron en su día los «criptogatitos», ha propulsado a la criptomoneda hasta el octavo puesto de la lista de divisas digitales con mayor valoración, con más 10.000 millones de dólares, pero los expertos advierten de las limitaciones prácticas que presenta.
MALO COMO GAMESTOP, MEJOR QUE LA LOTERÍA
«Aunque el doge tiene algunas ventajas sobre el bitcóin, como unas transacciones más rápidas, los contras decididamente pesan más que los pros», explicó a Efe el analista Vetle Lunde, de Arcane Crypto, señalando que su tasa de inflación es más alta y que es más vulnerable a ataques.
«La historia del precio del dogecoin está llena de bombeos enormes y todos, sin excepción, han acabado volviendo a sus puntos bajos medidos en Satoshi’s (la unidad más pequeña de bitcóin, un millonésimo). Me sorprendería mucho que esta vez sea diferente pese al impulso actual del doge», agregó.
De manera similar, el empresario Mike Novogratz, uno de los primeros inversores del bitcóin y consejero delegado del fondo de gestión de criptomonedas Galaxy, opinó en Twitter que la «locura» del doge acabará igual de «mal» que la de GameStop porque la divisa del perro «no tiene un propósito».
En ese sentido, uno de los inversores más conocidos de la televisión en EE.UU., Mark Cuban, este lunes quitó importancia al hecho de que no tenga «ningún valor intrínseco» y consideró que es «la herramienta educativa de más bajo coste económico que entretiene al mismo tiempo», recomendándola para principiantes.
«Te da una mejor oportunidad de ganar algo que un boleto de la lotería mientras te enseña la economía de la oferta y la demanda, e introduce a la gente a los activos cripto», destacó.