Las fuerzas de seguridad consideran que pierde fuerza la posibilidad de que el cuerpo de la española Marta Calvo fuera descuartizado y arrojado a contenedores de basura, como había asegurado el hombre de origen colombiano investigado por el supuesto asesinato de la mujer.
Los agentes no encontraron evidencias de ello ni en la casa de la localidad de Manuel (provincia de Valencia, este español) donde desapareció la joven en noviembre pasado ni en el vertedero de la localidad valenciana de Dos Aguas.
El sospechoso, Jorge Ignacio P.J., tiene antecedentes por narcotráfico y se encontraba en situación irregular en España cuando supuestamente mató a Marta Calvo; además, está investigado por el fallecimiento de otras dos mujeres y una tentativa de homicidio, y fue denunciado al menos por otras tres chicas por relaciones sexuales con cocaína.
El hombre se entregó a las fuerza del orden el 4 de diciembre pasado y quedó en prisión sin fianza, tras asegurar que la muerte de la joven fue «un accidente» después de haber mantenido una relación sexual con consumo de cocaína, y que procedió a desmembrar el cuerpo, cuyas partes distribuyó en varios contenedores.
Sin embargo, tras ocho meses de búsqueda y miles de toneladas de basura revisadas, la Guardia Civil española y el personal específico contratado no hallaron ningún resto humano en el vertedero citado, donde supuestamente se habían arrojado los restos.
Según explicaron a EFE fuentes conocedoras de la investigación, que no se encontraran restos humanos ni evidencias del supuesto descuartizamiento, no hace más que confirmar la percepción inicial de los investigadores, que siempre dudaron de la versión del sospechoso.
Por ello, y dado que se descarta la búsqueda en otros vertederos porque sería sumamente costosa y muy probablemente infructuosa, la investigación deberá tomar ahora otro camino, que podría pasar por nuevos rastreos, añadieron las mismas fuentes.
El portavoz de la familia materna de Marta Calvo, Mariano Navarro, dijo a Efe que la versión del detenido «hace mucho tiempo que no se sostiene. La tesis del descuartizamiento no tiene sentido ni peso. Si hubiese sido así, habría muestras de ADN en el lugar donde se supone que lo hizo, pero no es así».
«Creemos que todo esto obedece -dedujo- a un plan establecido por este sujeto (el sospechoso), que bien podría haber diseñado él mismo o con el asesoramiento de terceros, para despistar a la Guardia Civil y obligar a la realización de un trabajo sobrehumano, como ha sido el rastreo de miles de toneladas de basura».