El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, aseguró este viernes que se ha coordinado con los mandos de la Policía de Nueva York para «estar vigilantes» y proteger localizaciones clave de la ciudad «ante cualquier intento de Irán y sus aliados terroristas de tomar represalias contra Estados Unidos».
En reacción al ataque perpetrado esta madrugada por Estados Unidos y que acabó con la vida de Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución de Irán, el edil neoyorquino auguró que «durante un largo periodo de tiempo» deberán permanecer atentos ante esta «amenaza».
De Blasio añadió a través de su cuenta en Twitter que está preocupado por su ciudad y por el país, y apuntó que el ataque de Estados Unidos a Irán se ha producido sin el visto bueno de la Cámara de Representantes, donde hay mayoría demócrata.
«Sin la aprobación del Congreso, el Gobierno de Estados Unidos le ha declarado la guerra a Irán esta noche. El pueblo estadounidense no ha tenido voz en el asunto», insistió de Blasio, quien agregó que «esto no terminará pronto».
Asimismo, el comisario de la Policía de Nueva York, Dermot Shea, indicó también a través de Twitter que están monitorizando «de cerca» los eventos en Irán y la región, aunque matizó que de momento no existe ninguna amenaza «específica o creíble» contra Nueva York.
Sin embargo, Shea señaló que han desarrollado recursos adicionales en localizaciones clave.
“Fueron salvadas” vidas estadounidenses, según Pompeo.
La muerte de Soleimani en Irak «salvó vidas de estadounidenses» al evitar un «ataque inminente», según dijo este viernes el secretario de Estado, Mike Pompeo, en una entrevista con la cadena de televisión CNN.
«No puedo dar muchos detalles sobre la naturaleza de la amenaza, pero la ciudadanía debe saber que la decisión del presidente (Donald Trump) de eliminar a Soleimani del campo de batalla salvó vidas estadounidenses», sostuvo Pompeo.
El ataque, llevado a cabo el jueves, mató al vicepresidente de las milicias chiíes iraquíes Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes, y a Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraníes.
Pompeo dijo que Soleimani «planificaba activamente» en la región «una gran acción, según su propia descripción, que hubiese puesto en riesgo cientos de vidas de estadounidenses».
«El riesgo de no hacer nada era enorme», añadió. «Las agencias de inteligencia hicieron esa evaluación y el presidente Trump actuó de manera decisiva anoche», dijo Pompeo.
El responsable de exteriores de EE.UU. dijo que después de la muerte de un contratista estadounidense en Irak el 27 de diciembre, el Gobierno de Trump observó «el flujo de inteligencia mencionando los viajes de Soleimani por la región y el trabajo que hacía para poner más estadounidenses en peligro».
«Llegó el momento de tomar esta acción para desbaratar su plan, disuadir más agresiones de Qasem Soleimani y el régimen iraní, como asimismo para tratar de aliviar las tensiones en la situación», dijo el funcionario.
La portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, indicó que Pompeo habló en las últimas horas con el secretario de Relaciones Exteriores británico, Dominic Raab; el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, y el miembro del Politburó del Partido Comunista de China, Yang Jiechi.
En sus llamadas Pompeo «discutió la reciente decisión del presidente (Donald) Trump de tomar una acción ofensiva para eliminar a Qasem Soleimani en respuesta a amenazas inminentes para la vida de estadounidenses», y les aseguró que «Estados Unidos sigue comprometido con aliviar las tensiones».
Pompeo agradeció a los funcionarios británico y alemán por «sus recientes declaraciones en reconocimiento de la continua amenaza agresiva que representa la Fuerza Qud».
Y en las tres conversaciones, según Ortagus, Pompeo «dejó en claro que Estados Unidos sigue comprometido con aliviar las tensiones».
Durante la noche pasada, el Departamento de Estado mencionó «las crecientes tensiones en Irak y en la región» para instar a los ciudadanos estadounidenses a que «partan de Irak de inmediato».
«Debido a los ataques de la milicia respaldada por Irán en el predio de la Embajada de EE.UU., todas las operaciones consulares están suspendidas y los ciudadanos estadounidenses no deben acercarse a la embajada», afirmó el comunicado.
Líbano condena “asesinato criminal”.
El presidente libanés, Michel Aoun, condenó el ataque estadounidense en Bagdad.
Según la agencia de noticias estatal ANN, Aoun ofreció sus condolencias tanto a su homólogo de Irán, Hasán Rohaní, como al de Irak, Barham Saleh, por la muerte también del vicepresidente de las milicias chiíes iraquíes Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes, juntos a otros integrantes de la agrupación.
Mientras, el Ministerio de Exteriores libanés condenó en un comunicado el ataque y lo consideró «una violación de la soberanía iraquí y una escalada peligrosa contra Irán que aumentará las tensiones en la región».
Al mismo tiempo, afirmó que en «el Líbano siempre prima la lógica del diálogo, de la contención y de la sabiduría para resolver los problemas en lugar de usar la fuerza», por lo que llamó a evitar las repercusiones de ese ataque.
En la nota se pidió «mantener al Líbano al margen de las repercusiones de este peligroso incidente porque es necesario para su seguridad y estabilidad política que se garantice su salida de la crisis económica y financiera» que vive actualmente el país.
De esta forma el Gobierno libanés se distanció de lo sucedido, para no verse arrastrado por el eje chií de Oriente Medio, del que forma parte junto a los aliados árabes de Irán, en primer lugar Siria.
Soleimani era el encargado de las operaciones de los Guardianes de la Revolución en el exterior, sobre todo en Siria y en Irak, y estaba en estrecha coordinación con los movimientos afines a Teherán en toda la región, como el grupo libanés Hizbulá.
El líder de Hizbulá, Hasan Nasralá, aseguró hoy que seguirá la senda del comandante fallecido hasta «conseguir sus objetivos» y prometió vengar su muerte, lo cual es «la responsabilidad y el trabajo de todos en la Resistencia», en referencia al brazo armado del movimiento chií.