El Salvador
miércoles 15 de enero de 2025

EEUU: con la victoria del Tea Party, la reforma migratoria podría alejarse aún más

por Redacción

La sorpresiva victoria de un candidato del conservador Tea Party sobre el número dos del Congreso en unas primarias republicanas podría terminar de sepultar una de los promesas centrales del presidente Barack Obama: la reforma migratoria.

Eric Cantor, líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes (diputados) sorprendió a todo Washington la noche del martes al perder las primarias del 7º distrito de Virginia (este) frente al desconocido David Brat.

Brat, un profesor universitario, basó su campaña en la inmigración, logrando dibujar a Cantor como defensor de una «amnistía» para todos los inmigrantes clandestinos, a pesar de que el congresista era un crítico de Obama en mmateria de inmigración.

«Esto demuestra que no hay ninguna posibilidad de lograr algo en el Legislativo sobre la materia este verano», dijo César Vargas, de la Dream Action Coalition, que defiende la reforma.

En noviembre próximo habrá en Estados Unidos elecciones legislativas para renovar la totalidad de los 435 escaños en la Cámara de Representantes y un tercio del Senado.

El calendario electoral se complicará aún más, con la elección presidencial de 2016 ya en la mira, lo que no facilitará el trabajo de Obama, que hizo de la reforma migratoria una de sus principales promesas en 2012.

«Clavo en el ataúd»

Las posibilidades de una reforma migratoria ya lucían tenues este año, a pesar de que la misma es respaldada por la mayoría de la población. Un 62% de los estadounidenses está de acuerdo en encontrar una forma de otorgar la ciudadanía a los inmigrantes indocumentados, según una encuesta del Instituto Brookings publicada el martes.

Pero el tema tiene enfrentados a los políticos demócratas y republicanos.

Los republicanos reclaman mayores medidas de seguridad en la frontera con México como requisito antes de evaluar una eventual regularización de los 11 millones de extranjeros, la mayoría de origen latinoamericano, que viven de forma clandestina en Estados Unidos.

El Senado, dominado por los aliados demócratas de Obama, aprobó hace un año, con 67 votos de ambos partidos, un proyecto que abre una vía a la ciudadanía a los inmigrantes indocumentados, pero la dirección republicana de la Cámara congeló un proyecto similar y no presentó alternativas.

Aunque Cantor, que lleva la agenda legislativa junto al presidente de la cámara baja, John Boehner, era un «impedimento» para la reforma migratoria, su salida «no es un bonus», dijo el senador demócrata Charles Schumer.

Incluso antes de la primaria «había una muy leve esperanza, y esto pudo haber sido el clavo en el ataúd», dijo Audrey Singer, experta en inmigración del Brookings Institute.

Cantor no, Graham sí

Al menos en apariencia, la lección parece ser que cualquier republicano que se atreva a acercarse a la reforma migratoria se quemará en las urnas.

Pero senadores que aprobaron la reforma el año pasado intentaban este miércoles minimizar el peso del tema migratorio en la derrota de Cantor, llamando a mirar a otro candidato que sí ganó: el senador Lindsay Graham.

Graham, que corredactó el proyecto de inmigración aprobado en el Senado, ganó holgadamente las primarias de su estado de Carolina del Sur (sureste) frente a varios candidatos del Tea Party, los ultraconservadores que han puesto a temblar a los republicanos más moderados.

Los republicanos «pueden hacer campaña y ganar, y aún así asumir el tema de la reforma migratoria», dijo el senador demócrata Bob Menendez.

«Es más complejo que (atribuirlo todo a) el asunto de la inmigración», señaló por su parte el republicano John McCain.

En una reunión con periodistas, Menendez y otra decena de senadores demócratas reiteraron que la reforma seguía viva, aunque reconocieron que las posibilidades parecen irse reduciendo.

«Si no lo logramos en siete semanas no creo que tengamos (la reforma) en 2015 o 2016», dijo Schumer, respecto al tiempo restante antes del receso de verano.

El estancamiento de la reforma en el Congreso sólo aumentará la presión para que Obama use sus poderes para modificar las normas migratorias.

Los grupos a favor de la reforma exigen al mandatario un alto en las deportaciones, que bajo su gobierno suman más de dos millones de personas.

Obama ordenó una revisión de la política de deportaciones, pero hace dos semanas pidió postergarla para dar oportunidad al camino legislativo.