Estados Unidos decidió terminar el TPS para Nicaragua y prorrogarlo para Honduras antes de pronunciarse definitivamente sobre su futuro en este programa, que permite a inmigrantes de algunos países residir legalmente en Estados Unidos de manera temporal, informó el lunes el gobierno.
La secretaria interina del Departamento de Seguridad Interna (DHS), Elaine Duke, anunció en un comunicado el fin de la designación de Estatus de Protección Temporal (TPS del inglés) para Nicaragua a partir del 5 de enero de 2019 y dijo que renovó ese beneficio para Honduras hasta el 5 de julio de 2018, alegando la necesidad de obtener más información para tomar una determinación definitiva.
Duke no descartó sin embargo que Honduras pierda también su designación TPS tras esta renovación automática de seis meses y la consiguiente evaluación de su situación.
Altos funcionarios del DHS dijeron a periodistas que 5,300 nicaragüenses y 86,000 hondureños viven y trabajan en Estados Unidos acogidos al TPS, un mecanismo creado por el Congreso en los años 1990 para amparar a inmigrantes que por desastres naturales o conflictos armados no podían regresar de manera segura a sus países.
Estados Unidos concedió el actual TPS a Honduras y a Nicaragua después del devastador huracán Mitch en 1999 y las sucesivas administraciones lo renovaron desde entonces.
Por ley, las autoridades deben anunciar si prorrogan o suspenden el TPS a los países beneficiarios 60 días antes de que el permiso caduque, que en el caso de Nicaragua y Honduras era el próximo 5 de enero.
Duke dijo que tomó la decisión de terminar el TPS para Nicaragua tras concluir que las «condiciones sustanciales pero temporales causadas por el huracán Mitch ya no existen».
El plazo de 12 meses extra fue decidido «para permitir una transición ordenada», en la que los beneficiarios puedan buscar un estatus migratorio legal alternativo en Estados Unidos o, de lo contrario, organizar su partida, así como para dar tiempo a Nicaragua «para prepararse para el regreso y la reintegración de sus ciudadanos», explicó.
Con respecto a Honduras, Duke indicó haber recibido datos de un «amplio espectro de fuentes», pero ante «la falta de información definitiva sobre las condiciones en el terreno en comparación con la situación previa al huracán Mitch», optó por la renovación automática por seis meses de la fecha de caducidad vigente.