El Gobierno de Estados Unidos anunció este jueves que reevaluará su relación con El Salvador, después de que el Ejecutivo salvadoreño anunciara el fin de sus relaciones diplomáticas con Taiwán en favor de un mejor intercambio con China.
«La receptividad del Gobierno de El Salvador a la aparente interferencia de China en la política interna de un país del Hemisferio Occidental es de gran preocupación para EE.UU. y dará lugar a una reevaluación de nuestra relación con El Salvador», aseguró la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en un comunicado.
Sanders insistió en que se trata de una decisión que afecta no solo a El Salvador, sino también a la salud y seguridad económica de toda la región de las Américas.
«Los líderes del partido gobernante de El Salvador han tomado esta decisión, que tendrá implicaciones para las próximas décadas, de manera poco transparente, solo unos meses antes de que dejen el cargo», agregó la portavoz.
El Gobierno estadounidense advirtió además que los países que buscan establecer o ampliar las relaciones con China para atraer inversiones estatales que estimulen el crecimiento económico y el desarrollo de infraestructura a corto plazo pueden verse decepcionados con el tiempo.
«En todo el mundo, los Gobiernos se están dando cuenta del hecho de que los incentivos económicos de China provocan la dependencia económica y la dominación, no la asociación», añadió Sanders, quien reiteró que Estados Unidos continuará oponiéndose a la interferencia política china en el Hemisferio Occidental.
El presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, anunció esta semana la ruptura de lazos con Taiwán, considerada una provincia rebelde por China y hasta ahora uno de los principales cooperantes con el país centroamericano en áreas de tecnología, salud, agricultura y educación.
«Anuncio la decisión de mi Gobierno de romper las llamadas relaciones diplomáticas, mantenidas hasta este día, entre la República de El Salvador y Taiwán, y establecer relaciones diplomáticas con la República Popular China», dijo el mandatario.
El Salvador se ha unido así a una tendencia iniciada por otros países que han decidido estrechar lazos con China en detrimento de Taiwán, como República Dominicana, que lo hizo en mayo pasado, Panamá en junio de 2017, o Santo Tomé y Príncipe, en diciembre de 2016.