Guatemala se saltó su propia institucionalidad y firmó un acuerdo migratorio con el presidente Donald Trump para frenar el paso de los migrantes salvadoreños y hondureños rumbo a Estados Unidos.
En el numeral cinco del comunicado que divulgó el gobierno guatemalteco explica que se comprometió con Trump a ejecutar un “plan de implementación” que aplicará a “personas de nacionalidad salvadoreña y hondureña”.
Guatemala, El Salvador y Honduras forman parte del CA-4 que facilitaba el flujo libre de personas en Centroamérica, excepto Costa Rica. Hoy que el país vecino aceptó convertirse en aliado de la administración Trump para frenar la migración, el acuerdo anterior quedará en vilo.
Trump anunció este viernes la firma de ese acuerdo. «Estados Unidos y Guatemala han alcanzado un acuerdo sobre asilo. El acuerdo se acaba de firmar en el Despacho Oval» de la Casa Blanca, anunció la oficina presidencial en un escueto tuit.
Sin que estuviera previsto, Trump pidió a la prensa que entrara en el Despacho Oval de la Casa Blanca para que presenciaran la firma del acuerdo con Guatemala, evento en el que estaban presentes el ministro de Gobernación de Guatemala, Enrique Degenhart, y su homólogo estadounidense, Kevin McAleenan.
«Hemos estado tratando con esto durante mucho años con Guatemala y otros países. Ahora estamos en un punto en el que nos llevamos bien y que hacen lo que les pedimos que hagan. Creo que va a ser una cosa genial para Guatemala, ellos tampoco quieren esos problemas», manifestó Trump.
Trump afirmó que «México también está trabajando de una forma muy agradable» con EE.UU. y consideró que, por eso, en los últimos dos meses han descendido las detenciones en la frontera de los migrantes que tratan de llegar al país irregularmente.
Cuando llegó su turno, Degenhart manifestó: «Guatemala tiene muy clara la responsabilidad que tiene, tenemos claro que hay que hacer cambios y la forma de hacerlo es trabajar con nuestro mejor aliado. Eso es lo que estamos mostrando hoy aquí, estamos definitivamente comprometidos con mejorar lo que tenemos».
La Casa Blanca todavía no ha hecho público el contenido del acuerdo, aunque su secretaria de prensa, Stephanie Grisham, aseguró en Twitter que se trata de un acuerdo para convertir a la nación centroamericana en un «tercer país seguro» para los migrantes que buscan asilo.
El concepto de «tercer país seguro» es un término de cooperación internacional entre Estados y, según la Agencia de la ONU para los Refugiados, ayuda a reasentar a los refugiados en un tercer país que ha acordado admitirles y otorgarles residencia permanente, una solución duradera que implica la reubicación de refugiados.
El pasado 14 de julio, la Corte de Constitucionalidad (CC) de Guatemala otorgó un amparo provisional para que ese país no se convierta en un tercer país seguro para los migrantes.
El fallo se conoció el mismo día en el que el Gobierno de Guatemala anunció la reprogramación de una reunión que el presidente de ese país, Jimmy Morales, tenía prevista al día siguiente con Trump en la Casa Blanca.
Tras las amenazas de su homólogo estadounidense, Morales presentó un recurso ante la Corte de Constitucionalidad para revertir ese amparo provisional.